Este alumno del Leopoldo Queipo recibió ayer el primer premio de Melilla del concurso ‘Una carta a un militar español’
Yosep Fernández Mohamed sabe muy bien qué es ser un militar. Su padre, que falleció en acto de servicio, era un soldado. Se inspiró en sus recuerdos para hacer una carta por la que ayer le galardonaron. Recibió el primer premio de la fase local del concurso ‘Una carta a un militar español’. Asegura que los soldados no nacen para matar, como afirma Stanley Kubrick en la película ‘La chaqueta metálica’, sino que “promueven la paz por todo el mundo”. Este joven que estudia Bachillerato en el instituto Leopoldo Queipo fue homenajeado en el acto de conmemoración del 18 aniversario de la fundación de la Delegación de Defensa en la ciudad celebrado en La Hípica.
Fernández Mohamed afirma que los militares son “injustamente criticados” por su trabajo y que en pocas ocasiones se destaca la labor humanitaria que llevan a cabo lo soldados españoles. Por eso, en la carta que escribió refleja que los militares son ante todo personas que piensan en sus familias y que desean el bien común de todo el país.
Este joven estudiante de Bachillerato no fue el único galardonado, ya que la Delegación de Defensa entregó otros tres premios más al resto de chicos que participaron en este concurso.
Al servicio de España
También recibieron un homenaje los reservistas voluntarios y se galardonó a los reservistas honoríficos. Fue un acto emotivo en el que estos civiles estuvieron arropados por sus familias que orgullo admiran que estén a disposición de España cuando se les necesita, tal y como aseguró el general de brigada interventor y coordinador de la Administración Periférica, Luis Miguel Arjona Ruiz. En un breve discurso, destacó el gran trabajo que desarrollan todas las personas que forman parte de la Delegación de Defensa, una entidad que se encargada desde la supervisión y control de las 1.200 viviendas militares a la difusión de la cultura de defensa en instituciones educativas y sociales.
Las delegaciones de Defensa se crearon en 1993, pero no fue hasta unos años más tarde cuando las sedes de Melilla y Ceuta recibieron este mismo nombre. El objetivo de estas entidades es descargar de trabajo administrativo a otras unidades.
La prevención de riesgos laborales, el reclutamiento y la administración del personal militar retirado, en reserva sin destino y activo son otras de sus misiones.