Este jueves, el Instituto Nacional de Sanidad, INGESA, recepcionará las obras del Hospital Universitario. Respecto a este tema, el presidente de la Ciudad Autónoma manifestó no tener noticias al respecto: “No sé si habrá sido avisada la consejera de Políticas Sociales y Sanidad, pero a mí no me han dicho nada. Es la primera noticia que tengo”.
Por otra parte, Imbroda quiso recordar que la construcción del Hospital Universitario es una realidad tras la intervención, en su momento, del entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, “si fuesen honestos pondrían una placa en nuestro honor, ya que gracias al presupuesto y proyecto de Rajoy, el centro sanitario es una realidad”.
Uno de los grandes problemas a los que se enfrenta Melilla es a la falta de facultativos. De ahí, el convenio entre la Ciudad Autónoma y el Colegio de Médicos con el objetivo de incentivar la llegada de especialistas a nuestra ciudad.
Con relación al nuevo hospital, el presidente de la Ciudad Autónoma se pregunta “si ya tenemos aquí a todos los facultativos o ¿se va a inaugurar para poner en marcha sólo las consultas ambulantes?”.
Durante su comparecencia, Imbroda recordó que debido a la falta de especialistas, hay cientos de pacientes melillenses en centros peninsulares que se traducen en un coste superior a los dos millones de euros para la ciudad autónoma.
La infraestructura que se recibe esta semana, es un moderno edificio de 45.000 metros cuadrados de superficie asistencial, que contará con 265 camas. Se ha destinado para él una inversión de 73 millones de euros en obra y 16 millones en equipamiento. Sumando las inversiones anteriores a 2018, se han destinado más de 100 millones de euros para el desarrollo de este hospital de última generación que, además, está dotado de la más moderna tecnología.
La obra fue anunciada por primera vez por el ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero durante la visita oficial que hizo a Melilla el 31 de enero de 2006. Su construcción empezó el 23 de noviembre de 2009 con la primera piedra colocada por la entonces ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, y ha sido uno de los principales temas de discusión entre PP y PSOE debido a que las obras estuvieron paralizadas varios años por problemas que terminaron en los juzgados. Las obras terminaron finalmente el año pasado tras muchas vicisitudes.