Y tú más

ContinÚan los reproches por uno y otro lado, esto es, desde el actual Gobierno de la Ciudad y el anterior Ejecutivo conformado por PSOE y Coalición por Melilla.

Desde que los populares recuperaron la presidencia de la Ciudad Autónoma después de cuatro años, han sido varios los cruces de acusaciones que han tenido estos partidos: unos lamentando la, en su opinión, mala labor realizada por el Ejecutivo que estaba presidido de forma simbólica por Eduardo de Castro. Los otros, reclamando a los unos que ya han tenido tiempo desde el verano de ir ejecutando proyectos.

Algo así sucede, por ejemplo, con el agua. Cabe recordar que el anterior consejero de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Hassan Mohatar, se comprometió a que habría agua las 24 horas una vez estuviera instalado el cuarto módulo de la desaladora. Le llovieron las críticas. Unas críticas que, apenas seis meses después, están rebotando en el actual consejero, José Ronda.

Este martes, CpM, PSOE y Somos Melilla cargaron contra el Ejecutivo de Juan José Imbroda, después del pleno, por no tener preparados todavía los Presupuestos Generales de la Ciudad para 2024.

Además, la actual consejera de Cultura, Patrimonio Cultural y el Mayor, Fadela Mohatar, y su antecesora en el cargo, la cepemista Fatima Kaddur, nos regalaron un enfrentamiento en toda regla a colación de los cruceros para mayores.

Todo comenzó cuando Mohatar mostró su satisfacción por haber logrado contratar a Halcón Viajes para realizar estos cruceros durante la próxima primavera y asegurar ésta poco menos que se habían encontrado con todo por hacer (“el grueso del contrato estaba prácticamente sin ejecutar”, dijo literalmente), por lo que no les había dado tiempo a organizarlo todo para 2023.

Kaddur, por su parte, le respondió, visiblemente molesta, a través de un audio en el que venía a decir que ella lo había dejado todo preparado y que la Ciudad podría haber organizado el crucero en octubre o incluso noviembre o, cuanto menos, planificado un viaje para los mayores a un lugar cercano como Málaga.

Es la misma dinámica que el Gobierno y la oposición mantienen en Madrid, solamente que, en este caso, invirtiendo los papeles, pues es el PSOE el que gobierna y el PP el que está en la oposición. La amnistía está en el centro de los reproches –y del debate, pero sobre todo de los reproches– y esto ha llevado a un grupo de gente a apedrear en Ferraz un muñeco que representa al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Da la sensación de que los políticos ayudarían más si se dedicaran a cooperar más y a criticarse menos.

En Melilla no necesitamos este tipo de enfrentamientos. Bastante hemos tenido ya –y esperemos que ya no vuelva a suceder– con los hostigamientos a la comunidad judía a causa de las concentraciones en favor del pueblo palestino. Mañana, por cierto, hay una nueva convocatoria. Ojalá que no haya que lamentar nuevos incidentes.