Muchos vecinos del Tesorillo se desayunaron ayer con el plan de la Ciudad Autónoma de asfaltar todas las calles que están alrededor del restaurante Dallas.
Lo que en principio podría ser una buena noticia sólo destapa dos grandes problemas. Por una parte, la falta de planificación de las obras que se acometen en el barrio. Hace relativamente poco tiempo los operarios contratados por la Ciudad pusieron medio Tesorillo patas arriba para reconvertir los aparcamientos, que antes eran en línea, en plazas en batería. En aquel momento se pintó y delimitó la zona de parking y ahora, sobre esa misma pintura se verterá asfalto.
Muy eficiente no es la jugada, digo yo. Se podría haber hecho todo de una sola vez y así no sólo habríamos ahorrado pintura y el dinero de la mano de obra sino, y sobre todo, el disgusto que se llevan los vecinos que ahora no saben qué hacer con sus coches.
Me parece absurdo que se desalojen varias calles a la vez, en lugar de acometer las obras por tramos. De esa forma, se minimizarían las molestias al vecindario.
Anoche estaba todo el área desalojada y los coches, amontonados por doquier, en un barrio donde empresas de la construcción también quitan estos días plazas de aparcamiento porque hay al menos tres edificios en obras.
No vamos a protestar por ello. Si pagan por utilizar la vía pública, pueden hacerlo, pero los políticos deberían tener en cuenta que en el Tesorillo no sobra el parking.
Supuestamente, las obras de asfaltado de calles en el barrio tardarán quince días en estar terminadas. A los vecinos les queda por delante un calvario de dos semanas, a menos que el político de turno rectifique y, al estilo Jack El Destripador, decida ir por partes.
Sólo en situaciones como ésta nos damos cuenta de la cantidad de coches que tenemos a nuestro alrededor. La solución no puede ser fingir que no existen.
En el Barrio del Real an vuelto a areglar la carretera sin avisar. Y eso no puede ser asii. Hay muchas colas de coches y no hay aparcamiento. .......