El certificado de residencia será obligatorio a partir de septiembre para justificar la residencia en Melilla (Ceuta, Canarias y Baleares) y poder disfrutar del derecho a contar con un descuento del 50% en el precio de los billetes de barco y avión. Ésa es la molestia que, para poder seguir contando con este tipo de ventajas, deben ‘pagar’ los ciudadanos que viven en esos territorios geográficamente peculiares. El supuesto fraude cometido por algunas aerolíneas que investiga la Fiscalía obliga a incrementar el control sobre este tipo de ayudas. Ésa fue la argumentación que volvió a repetir ayer la ministra de Fomento, Ana Pastor, esta vez durante un viaje a Las Palmas de Gran Canaria. Allí explicó que con esta medida “se preserva el derecho de los que tienen derecho”.
El pequeño esfuerzo que supone tramitar la solicitud del certificado está justificado si contribuye a evitar el fraude. Se esfuerza el ciudadano para cumplir con el trámite burocrático y se esfuerza el Gobierno para mantener en el 50% la bonificación para los residentes. Falta ver si ambos esfuerzos acabarán viéndose recompensados con el que está realizando la Fiscalía para descubrir a los supuestos defraudadores y poder llevarlos hasta el juez con garantías de que se pueda aplicar sobre ellos las sanciones que contemple la ley.
Curiosamente, hasta que no ha llegado la crisis, nadie había caído en la cuenta de la existencia del delito. Cuando las dificultades económicas no existen, hay dinero hasta para los defraudadores. Ahora, en plena crisis financiera, se ponen en marcha los controles y la supervisión que deberían haber sido habituales hace tiempo, con independencia del ciclo económico y sin necesidad de exigir los certificados de residencia.
En opinión de la ministra Pastor, estas medidas darán sus frutos. Eso manifestó ayer en Canarias, pero no explicó por qué si el supuesto fraude lo cometen alguna aerolíneas, el mayor control se ejerce sobre los ciudadanos. Habrá que esperar a ver si tanto esfuerzo sirve para algo o acaba cayendo en saco roto.