La vuelta a Melilla ha sido muy tranquila en este primer fin de semana desde la apertura de la frontera. El Faro ha salido a la calle para conocer las historias de los melillenses que han vuelto después de visitar Marruecos por primera vez, después de más dos años. Entre las respuestas más repetidas, ver a la familia. El mayor inconveniente, las largas esperas de casi 7 horas, para poder cruzar la frontera estos días atrás.
Desde la apertura de la frontera esta semana, en la que vimos largas colas de personas que querían pasar al otro lado, hoy primer domingo de vuelta, la frontera ha estado tranquila. Sobre las 5 y media de la tarde, varias decenas de personas han vuelto a Melilla de forma dispersa. Muchos, familias con niños que cruzaron a Marruecos antes del fin de semana, y hoy vuelven para seguir con su rutina. A algunos estos días les han parecido cortos y se les ha hecho muy difícil la vuelta.
La apertura de la frontera ha sido un soplo de aire para Tamimun, una melillense que ha ido a Marruecos con sus hijos para ver a la abuela. 2 años, dos meses y mil días decía Tamimun que llevaba sin ver a su madre y sus hermanos, Tamimun dice, que así dicho parece poco pero hay que vivirlo. Ella soñaba con el día en que pudiera reencontrarse con sus seres queridos. Aunque sellar el pasaporte le parece muy pesado, prefiere mil veces hacerlo que "estar encerrados como antes".
Muchas de estas personas llevaban mucho tiempo sin ver a sus seres queridos, algunos de estos familiares eran bebés o niños muy pequeños, la última vez que los vieron antes de que la frontera cerrara por el covid, y hoy en día están muy grandes. Es lo que ha sentido Abdelhakin, que ha contado a El Faro que la ultima vez que vio a uno de sus primos, no le llegaba ni por las rodillas y cuando lo ha visto este fin de semana había crecido mucho. Abdelhakir, lo primero que ha hecho ha sido darle un abrazo muy fuerte y un par de besos a su familia,y después ha visitado el barrio donde tantas veces ha estado y que sigo igual.
Otros, en cambio, han aprovechado para hacer unas compras al otro lado de la frontera o para cuidarse un poco, como Laila. Ella fue a Marruecos a la peluquería y a comprar. El tiempo no ha acompañado esta semana, así que ella, esperará un poco para poder ir a la playa. Muchos otros, también han ido a comprar fruta, verdura o dátiles. Veíamos hoy a muchas personas cargadas con bolsas de comida. Pese a que la frontera comercial está cerrada y se avisó sobre que no se iba a poder pasar nada de un país a otro, los alimentos parece que sí que los han dejado pasar. Nordín, un melillense, ha contado a El Faro que en Marruecos no le dejaron entrar nada pero que al venir a Melilla, la Guardia Civil no puso inconvenientes.
La vuelta de Marruecos a España, de todos aquellos que se fueron a Marruecos, ha estado mucho más movida, pero también los hay que han entrado a visitar Melilla hoy. Belaide, un marroquí que ha entrado esta tarde a la ciudad, ha explicado que viene a tomarse una cerveza y una tapa. Como aquí, dice, no se come en ningún sitio, ni siquiera en la península. Para él, las dos horas que ha estado en cola, le van a merecen la pena cuando esté en un bar tomando una cerveza fría.
También ha sido una tarde de reencuentros. Hemos podido ver a dos chicas fundiéndose en un abrazo, alegres de poder volver a verse tras tanto tiempo. Además, muchos coches estaban aparcados, esperando a familiares que llegaban andando.
El mayor inconveniente que ven los melillenses para cruzar la frontera, son las largas colas que se han formado tanto para ir en coche como a pie. Una lectora nos ha mandado un mensaje denunciando el "colapso total de 7 horas" el viernes para salir en coche con sus hijos, sin poder ir al baño. Lo que más teme, es la situación cuando se produzca el paso del Estrecho ya que ahora cree que el paso de la frontera es mucho peor que antes. La mayoría de personas se han quejado del largo tiempo de espera. Para Nordin, lo peor de cruzar es la espera. Cuando él pasó, no tuvo que esperar especialmente mucho, alrededor de una hora andando, y volverá hacerlo mañana, al contrario que Tamimun y su familia. Su hijo Ilias ha explicado que el jueves pasaron más 5 horas en cola de pie.
La percepción sobre Marruecos coincide entre todos los que han vuelto, el país vecino sigue igual e incluso ha mejorado. Para Abdelhakir, su barrio sigue igual que siempre. Lo mismo le pasa a Zacarías, ve Marruecos como siempre ha estado. Otro como Nordin incluso lo ven mejor
Aunque la frontera ya está abierta, los taxistas con los que ha hablado El Faro, han explicado que todavía el cambio no es muy grande en sus sector. La parada de taxis de la frontera de Beni Enzar, durante los años que ha permanecido cerrada, no ha estado en servicio. Ahora, dicen, hay un poco más de movimiento pero tampoco mucho.
La segmentación geográfica no funciona. Compruebe si la geolocalización IP está habilitada en su cuenta…
En la obra pictórica presente en Melilla de escultor y pintor Pepe Gámez (Melilla, 20…
Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un asunto que nos interpela, casi en igual medida,…
De Galicia al Mediterráneo Si vemos la imagen de una colonia de percebes (Pollicipes pollicipes)…
Dedicaba el diario El País dos páginas de su publicación dominical del pasado domingo, 4…
Queridísimos; Si algo caracteriza a la señora Díaz Pérez (doña Yolanda, "Yoli", "Yoli O' Trapiño"),…