Vox Melilla no asiste a los actos del Día del Estatuto. Desde la formación política dicen que "el Gobierno con la complicidad del PP, está tratando de quitar poco a poco a Melilla su identidad y su españolidad al no celebrar el día de la toma de la ciudad por parte de Pedro de Estopiñán, como ha sido siempre la tradición”.
Desde Vox señalan que, aunque el 17 de septiembre, día de la Toma de Melilla liderada por Pedro de Estopiñán, este año cae en domingo, "el Gobierno de la ciudad no ha trasladado la festividad al lunes siguiente para que todos los melillenses puedan disfrutar de este día como festivo".
Desde el partido aseguran que esto "no es extraño", puesto que, en palabras de su diputado en la asamblea, Javier da Costa: “Coalición Por Melilla viene demostrando desde hace años su intención de ir aniquilando poco a poco la españolidad de Melilla para ligar la ciudad cada vez más a Marruecos, despojándola de su identidad".
Da Costa también insiste en que “CpM se ha desmarcado en varias ocasiones del día de la toma alegando una excusa falsa como es que se hizo con derramamiento de sangre, cuando no es más que otra manera de desvincularse de una ciudad española y tratar de ligarla cada vez más a Marruecos”.
“Nunca hay que olvidar ni poner en duda la españolidad de nuestro territorio, aunque intenten hacer creer otra cosa desde Marruecos”, recalca Vox Melilla.
Según el partido, la españolidad de las ciudades autónomas "no tiene discusión alguna" a la vez que destacan que “se ignoran los irrefutables hechos históricos y el país vecino se obstina en reclamar la soberanía sobre Ceuta y Melilla”.
También, desde Vox, quieren recordar que "la celebración del Día de Melilla es una ocasión festiva, pero no puede limitarse a ser solo eso. Es un día en el que corresponde también plantear los problemas de nuestra ciudad".
En su comunicado, el partido de José Miguel Tasende ha hecho alusión al Gobierno de la ciudad criticando "los veinte años de clientelismo de unos, a los que han seguido cuatro años de otros que le han sumado a este clientelismo, la ineficacia. El resultado no es más que “una ciudad que está perdiendo su estilo y forma de vida para convertirse en una barriada de la que los mejores prefieren escapar".
Por otro lado, Javier da Costa también asegura que su partido no se va a rendir y que “ha llegado la hora de recuperar la cultura de nuestra ciudad, de acabar de una vez con la corrupción institucionalizada, de disponer de servicios públicos de calidad y también de orientar nuestra economía al resto de España y de Europa, a lo que siempre hemos sido".
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