El recuerdo de los compañeros que no pudieron estar en el reencuentro fue uno de los momentos más emotivos.
Una mirada al pasado, concretamente a 1958, fue lo que muchos vivieron ayer tras reencontrarse con los antiguos amigos con los que cursaron el Bachillerato en el centro La Salle de Melilla. Abrazos, sorpresa y muchos recuerdos que flotaban en el ambiente tras 52 años sin volver a ver a aquel compañero de pupitre. Un grupo de antiguos alumnos que finalizaron en 1958 sus estudios de Bachillerato fue recibido por el portavoz del Gobierno, Daniel Conesa, en el Salón Dorado de la Ciudad Autónoma. Ésta es una de las primeras actividades que este grupo va a llevar a cabo en este reencuentro.
De la formación que recibieron en el centro docente se dijo que fue no sólo sobre política, historia o matemáticas, sino cívica y humana. Además, en un breve discurso emprendido por uno de los antiguos alumnos incidió sobre aquellos compañeros que por motivos familiares o de salud no podían acudir a estos actos de celebración. También hubo un recuerdo muy especial para aquellos que fallecieron, aunque se destacó que siempre formarían parte de sus recuerdos y que su nombre se guardaría en el corazón de todos los presentes.
‘El mundo es nuestro’, recordó uno de los alumnos que se animó a dar un breve discurso antes de finalizar el acto.
Por otro lado, Daniel Conesa dedicó unas palabras de bienvenida al grupo y recordó que hace unos años él estuvo presente en el 25 aniversario de su promoción. Así, identificó la alegría y emoción de los presentes con la suya propia que experimentó cuando viejos recuerdos acudieron aquel día de celebración junto con muchos de sus compañeros y amigos de este mismo centro. Además, les instó a ejercer de embajadores de las bondades y belleza de Melilla.