Para asegurar una “estabilidad política y social bajo la bandera de España” y la independencia respecto de decisiones “que puedan tomarse al otro lado de la frontera”.
Juan José Imbroda y Juan Vivas, presidentes respectivamente de los gobiernos autonómicos de Ceuta y Melilla, sentaron ayer las bases de las medidas prioritarias a tomar para “conquistar el futuro” de las dos ciudades, asegurar su mayor convergencia con el resto de España y Europa, así como su “independencia” en un “horizonte político despejado” que permita garantizar la estabilidad, seguridad y tranquilidad de sus ciudadanos, “sin depender de decisiones que escapen a nuestro control porque puedan tomarse al otro lado de la frontera”.
De esta forma puede resumirse la finalidad de una cumbre que se concretó en una “guía” de doce objetivos, en los que se proponen una serie de medidas encaminadas, principalmente, a potenciar el tejido productivo y económico de Meilla y Ceuta y, por ende, a combatir el principal problema de ambas ciudades, tal cual es el paro, conforme a lo que coincidentemente señalaron en sus respectivos discursos tanto el presidente Imbroda como el presidente ceutí, Juan Vivas.
Doce medidas
Las doce medidas que se proponen y que recogemos detalladamente en las páginas 4 y 5 de esta misma edición persiguen, básicamente, oficializar aún más la garantía de IPSI o compensación estatal por la disminución en la recaudación de los impuestos locales sobre la importación de mercaderías; abaratar el coste del transporte de mercancías y pasajeros vía aérea y marítima; revisar el impuesto local IPSI para convertirlo en una figura tributaria más moderna que permita fidelizar en mayor medida el consumo interior, atraer más demanda externa y mejorar la competividad de nuestras empresas; asegurar la continuidad del régimen de ayudas europeas que ha venido beneficiando a ambas ciudades; analizar de forma conjunta la conveniencia de integrar a Melilla y Ceuta en la Unión Aduanera o régimen aduanero de la UE; lograr un plan de choque que mejore los niveles educativos de los escolares y estudiantes melillenses y ceutíes (actualmente en los peores niveles de toda España y con el mayor porcentaje de fracaso escolar y abandono temprano de la escuela); y conseguir, en suma, una potenciación del tejido económico y productivo que permita combatir el altísimo índice de paro que, en torno al 25% en Ceuta y al 26% en Melilla, afecta a sus respectivas poblaciones.
Medidas, señaló Juan José Imbroda, que permitan “que la soberanía española de nuestras dos ciudades sea pujante y se convierta en un faro y reflejo de ciudades modernas y europeas hacia el exterior”, con el valor añadido de su diversidad cultural “en un clima de máximo respeto y la mayor convivencia del mundo”.
“Se trata –insistió la primera autoridad local- de conquistar nuestro futuro, desarrollándonos económicamente y sin dependencias de factores externos que no podamos controlar; se trata –insistió- de que tengamos una vida económica que no nos haga mirar a otro sitio, aunque sin desaprovechar ninguna oportunidad de negocio venga de donde venga, pero siempre con la independencia necesaria para tener un horizonte político despejado”.
Nueva estrategia
De tal forma, las propuestas aprobadas ayer son, en realidad, medidas desgajadas de aspiraciones más ambiciosas, como el pretendido nuevo Régimen Económico y Fiscal de Melilla, que defendidas por separado logren, poco a poco, ir pertrechando ese nuevo “horizonte” que fortalezca la economía, productividad, promoción del empleo y, por ende, la lucha contra el paro en las dos ciudades. “Lo hacemos así –explicó Vivas- sin renunciar a nada, sino como confirmación de otras propuestas conjuntas que hemos realizado, porque nos avala la experiencia y porque de esta forma ya conseguimos la garantía de IPSI o la bonificación del 40% en la cuota patronal a la Seguridad Social” para los sectores económicos en situación de crisis económica crónica o permanente.
Y todo ello –subrayó Vivas- “desde la legitimidad de melillenses y ceutíes para apelar a la solidaridad del resto de España, en atención al principio fundamental que mejor garantiza el equilibrio entre las distintas regiones españolas” y sin desvincularlo de otros dos principios constitucionales fundamentales como son “la indisolubilidad del Estado y el derecho de todos los españoles, entre ellos los melillenses y ceutíes, a recibir con la misma calidad y en las mismas condiciones los servicios públicos, con independencia de cuál sea su lugar de residencia”.
Camino conjunto
Para conseguirlo, tal cual comentó Vivas, los Gobiernos de Ceuta y Melilla han decidido, no sólo “escenificar el camino conjunto” que iniciaron hace ya una década en beneficio de soluciones comunes para problemas y aspiraciones igualmente comunes, sino que han optado, en su acuerdo de ayer, por “reeditar, reiniciar, reforzar y confirmar los compromisos adquiridos, seleccionado estrategias, revisando prioridades y planteando nuevas ideas”. Todo ello, subrayó Vivas, “con independencia de las competencias formales que tenemos unos y otros –en referencia a las administraciones locales y la administración central-“, a fin de potenciar la actividad productiva “como la mejor forma de luchar contra el principal problema de Ceuta y Melilla, que no es otro que el paro”.
Unión aduanera y consulta a la ciudadanía
Comisión para el ingreso en el régimen aduanero de la UE
De la reunión de ayer salieron en claro varias medidas inmediatas: La primera, la creación de una comisión conjunta Melilla-Ceuta que, liderada por los consejeros de Economía y Hacienda de las dos ciudades, marcará un calendario de consultas con todos los sectores sociales melillenses y ceutíes, a fin de pulsar las opiniones relativas a la conveniencia de integrarnos en la Unión Aduanera, con un régimen fiscal específico y sin perjuicio para las actividades económicas tradicionales que ampara nuestro actual estatus de territorio franco.
Los detalles del trabajo de esta comisión se comenzarán a concretar en la siguiente cumbre que ambas ciudades mantendrán en marzo, pero ya en la ciudad de Ceuta.
“Lo que proponemos –explicó Imbroda- es una revolución y por eso es necesario que se analicen todos los pros y contras, las fortalezas y debilidades de la propuesta, que toda la sociedad de Melilla y Ceuta se pronuncie y participe”.
Oficina conjunta en Bruselas
También acordaron ayer los Gobiernos ceutí y melillense aprovechar la oferta reciente del presidente de Murcia de crear un despacho de ambas ciudades en el marco de la oficina de la comunidad murciana en Bruselas.
La oferta sería el germen de lo que se prevé promover en el futuro como una oficina conjunta de Melilla y Ceuta ante la Unión Europea.
La medida va aparejada además a la inclusión de las dos ciudades, como miembros de pleno derecho y no sólo como invitados, tal cual sucede en la actualidad, en el Comité de las Regiones Europeas, que en su creación, anterior a la aprobación de los Estatutos de Autonomía de Melilla y Ceuta, sólo incluyó a las diecisiete comunidades autónomas plenas existentes en el resto del país.
Ahora, aprovechando la previsible ampliación de la representación española en el mismo Comité, Ceuta y Melilla aspiran a beneficiarse del momento oportuno para integrar a sus respectivos representantes en pie de igualdad con el del resto de comunidades autónomas españolas.
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