Las ocho personas implicadas en la riña dicen que no agredieron, y que recibieron golpes porque todos quisieron mediar o evitar el conflicto.
Lo que parecía que iba a ser una tranquila tarde de Feria en 2012 se convirtió en una riña que dos años después, en el juicio al que dio lugar, se ha transformado en una pelea ‘fantasma’. Ocho hombres implicados en la trifulca aseguraron ante el juez de lo Penal 2 que no agredieron a nadie, pero recibieron varios golpes porque todos quisieron mediar para evitar que la riña fuera a más. Cuatro de ellos se han sentado en el banquillo de los acusados por un delito y falta de lesiones, y el resto declaró como testigos. En lo que todos coincidieron fue en el motivo de la pelea: Uno de los acusados vertió “sin querer” parte de una bebida sobre otro de los procesados.
Quien tiró la bebida, P.F.L.M., aseguró que fue “sin querer” y a consecuencia del poco espacio existente, dada la gran cantidad de gente que había en la caseta en la que iban a tomar unas copas. Explicó que pidió perdón a ‘su víctima’, pero ésta le propinó “un guantazo”. Su respuesta, aseguró, fue sólo reprobar su actitud. La tensión fue en aumento y amigos de ambos ‘protagonistas’ comenzaron a arremolinarse alrededor. El segundo acusado y víctima del primero, F.J.S.R., negó rotundamente haberle agredido y aseguró que lo que le enfadó es que el joven no se disculpara por mancharle la ropa sino porque “se secó la mano en mi hombro”, dijo.
F.J.S.R. explicó que tras este incidente, él y sus amigos decidieron marcharse de la caseta para “evitar problemas”, pero cuando éste se encaminaba a la puerta, recibió dos golpes en la espalda, aunque no sabe quién se los dio.
A partir de este momento, es cuando se desarrolla el altercado que finalizó con la detención de todos los acusados.
Los mediadores
El más mayor en edad de los procesados, J.J.C.G., fue uno de los mediadores en el altercado. Explicó que llevaba una copa en la mano cuando se metió en medio de los dos procesados con tan mala fortuna que con el vaso le abrió una brecha en la cabeza a uno de ellos. “Fue una acción involuntaria y ya le he pedido posteriormente y varias veces perdón al chaval a través de su padre”, aseguró en el juicio.
J.J.C.G. reconoció, como hicieron todos los acusados y testigos, que estaban bajo los efectos del alcohol, pues antes de acudir a la caseta habían comido también en el recinto ferial, por lo que llevaban varias horas de celebración. Este acusado precisó que él en ningún momento vio ningún guantazo y dijo no saber quién pegó a quién.
El cuarto acusado, amigo del primero, afirmó que vio cómo se vertió la copa sobre el segundo procesado y cómo la ‘víctima’ golpeó a su amigo.
Otro de los mediadores en el altercado, F.A.T., aseguró que para evitar problemas, después de la bebida derramada sobre su compañero, el grupo decidió marcharse de la caseta, momento en el que vio cómo su amigo recibió dos golpes en el costado. Al darse la vuelta para ver quién había sido, fue golpeado por el primer ‘mediador’, provocándole una pequeña brecha. Declaró que él no pegó a nadie. El caso quedó visto para sentencia.
Las lesiones
Todos estuvieron implicados en la pelea, todos presentaban lesiones fruto de unos golpes que nadie vio de quién procedían. Los partes de lesiones no arrojaron mayor luz a lo ocurrido en una caseta durante la Feria de 2012. El parte médico del acusado que recibió un puñetazo en la cara tras derramar la bebida, reflejó contusiones en las cervicales y en la espalda, pero no en la cara donde recibió el golpe, según destacó uno de los abogados defensores. El médico forense aseguró que un puñetazo en la cara no produce ese tipo de lesiones, aunque sí pudieron haber sido a consecuencia de empujones recibidos durante el altercado.