EL delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, y la directora territorial del Imserso, Isabel Quesada, realizaron ayer una visita al Centro de Personas Dependientes. Les acompañaron redactores, fotógrafos y cámaras de todos los medios de comunicación, que pudieron dar fe y trasmitir que es cierto que las dos últimas plantas del inmueble no son utilizables. Es el mismo mensaje que los melillenses venimos escuchando desde hace más de un año, cuando el PP ganó las elecciones generales y la Delegación del Gobierno pasó a manos de los populares. La única aportación de la visita de ayer fue restar argumentos a los incrédulos. Desde ayer ya nadie duda en Melilla del lamentable estado en el que se encuentran las dos últimas plantas del Centro de Dependientes. El siguiente paso debería ser convencer a los ciudadanos de que el Ejecutivo de Mariano Rajoy, representado en nuestra ciudad por El Barkani, va a ser capaz de resolver el entuerto. El delegado sólo aseguró que “la Administración central nos tiene en mente” y garantizó que los responsables del Gobierno central “están buscando una salida a esta situación”.
Poco más dio de sí la visita. No fue posible arrancar a El Barkani el compromiso de una fecha aproximada para la total puesta en marcha del Centro de Dependientes. “Esperemos que esté todo solucionado en el menor tiempo posible”, dijo. Y antes de dar por concluida su rueda de prensa, aprovechó para recordar que el nuevo Hospital Universitario está en una situación similar. Tampoco para esta infraestructura puso una fecha de, al menos, reinicio de las obras.
El delegado del Gobierno restregó por la cara de los primeros espadas del PSOE que viajaron ayer a Melilla el estado de dos emblemáticos proyectos de la era Zapatero. Sin duda los argumentos políticos de El Barkani contra el PSOE hubieran sido más del agrado de los melillenses si hubieran venido acompañados de las soluciones del PP.