Un hombre podría ser condenado a una pena de nueve meses de prisión por ser el presunto autor de un delito de quebrantamiento de condena. El pasado día 1 fue descubierto por agentes de la Policía Nacional cuando pretendía abandonar el edificio en el que vive su ex pareja, a la que no puede aproximarse según lo dictado en una orden de alejamiento. La fiscal relata en su escrito acusatorio que los agentes vieron cómo el encausado se descolgaba de la azotea para abandonar el inmueble, de manera que no fuera visto por los funcionarios.
En el juicio, que dio comienzo hace una semana en la sala del Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla, el procesado negó que hubiera sido sorprendido por la Policía en los términos que se relatan en el escrito de acusación. “Que se muera mi madre. Pongo a Dios por testigo que a mí no me pilló nadie descolgado”, subrayó.
En esta línea, el acusado insistió en que la Policía lo encontró en la casa de una vecina.
Según puso de manifiesto, sí que quebrantó la prohibición de aproximación pero no porque hubiese ido a la casa de su ex pareja, sino porque su madre vive en el mismo edificio. “Yo fui a ver a mi madre”, aseguró.
El procesado relató que decidió visitar a su madre tras recibir la llamada de un hermano suyo avisándole de que ésta se encontraba muy mal. “Yo sé que he cometido un fallo grande, pero yo no fui al edificio para ver a mi ex mujer, fui para estar con mi madre, que tiene el azúcar alto y se había pasado tres días en la cama”, afirmó el acusado ante la magistrada.
Pese a reiterar que su intención no era ver a su ex pareja, durante su declaración el acusado dijo sobre la denunciante: “Es mi mujer y siempre lucharé para que vuelva conmigo”. Al respecto, señaló que comparten tres hijos menores a los que quiere mucho y que, cuando él acudió al edificio, los niños fueron a la casa de la vecina “llorando” porque también echan de menos a su padre.
La víctima fue la siguiente en ser llamada a declarar. Sin embargo, la mujer se acogió a su derecho para no testificar en contra de su ex pareja, acogiéndose al artículo 416 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, en el que se contempla la dispensa a declarar contra un familiar o una persona con la que haya mantenido una relación sentimental.
Se aplaza la vista
También testificaron dos agentes de la Policía Nacional. Según explicaron, fueron quienes acompañaron a la víctima para que interpusiera una denuncia en comisaría. Por su parte, aseguraron que, llegando a la última planta del edificio, escucharon “unos pasos”, por lo que dieron la “voz de alarma” a otros funcionarios, que esperaban fuera del inmueble vestidos de paisanos. “Estos compañeros lo vieron descolgarse por la azotea”, dijeron.
Los dos agentes que supuestamente presenciaron cómo el acusado trataba de huir del edificio no comparecieron el día el juicio. Ante esta circunstancia, la fiscal solicitó la suspensión de la vista, ya que considera “esencial” la declaración de ambos policías.
En consecuencia, el juicio se retomará el próximo 10 de enero, fecha en la que han sido citados de nuevo ambos agentes.
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