Victoria sin brillo de la UD Melilla.

Sensaciones El segundo tiempo realizado por los azulinos fue para olvidar , trasmitiendo malas sensaciones Esperanzas La afición espera que el juego del equipo mejore en los próximos partidos para tener verdaderas opciones de liguilla.

Con la victoria ante el Yeclano, la UD Melilla vuelve a situarse a tiro de piedra de los puestos que dan opción a la disputa de las eliminatorias de ascenso, sobre todo después de la derrota del Cádiz CF en el Ramón de Carranza ante el San Roque de Lepe. Tres puntos son los que separan a los azulinos del cuarto puesto que ocupan actualmente los gaditanos que, recordemos, cursará visita al Álvarez Claro en la última jornada del campeonato por lo que, como dijo García Tébar en la previa, el Melilla depende de sí mismo para terminar en la zona noble de la clasificación.

Sin embargo, la sensación que trasmitió el equipo ante el Yeclano no es precisamente para lanzar las campanas al vuelo. De hecho, los azulinos dieron muestras de ir a peor ante un equipo que estuvo más de 73 minutos con un jugador menos. La afición, con sus silbidos en determinados momentos del segundo acto, mostró su desaprobación al fútbol desplegado por los melillenses y, sobre todo, al juego impreciso y poco asociativo del que hizo gala el Melilla en una segunda parte para olvidar ante un rival con grandes carencias en ataque y que nunca dio sensación de peligro ante el marco defendido por Dorronsoro, a pesar de hacer circular la pelota con más sentido de juego colectivo que los unionistas tras el descanso aunque sin progresión ni verticalidad, perdiéndose en una  encrucijada de pases horizontales que no llevaban a ninguna parte.
Al término del choque, Sandroni no puso reparos al triunfo del Melilla pero dejó claro que el árbitro no les dejó competir en igualdad de condiciones. De igual modo hizo referencia a las quejas que durante la semana había manifestado García Tébar del arbitraje recibido en Caravaca y “al igual que los técnicos y jugadores, los árbitros también leen la prensa”, reflexionó.
El partido en sí, tuvo dos partes bien diferenciadas. El primer acto tuvo un claro dominador y ese no fue otro que el Melilla que tras unos minutos iniciales de tanteo y pasado el primer cuarto de hora, manejó a su antojo el choque. Víctor Bravo, uno de los mejores hombres del partido junto a Llamas, Enguix y Javi Herreros, participó en casi todas las acciones de peligro que se sucedieron de manera periódica. Así desde el minuto 13 al 32, el centrocampista maño ejecutó un libre directo que llevaba marchamo de gol pero Toni Bernal desvió a córner en una excelente intervención. Poco después, alcanzó la línea de fondo y su centro raso al área estuvo a punto de rematarlo Nacho Aznar pero la anticipación de un defensor evitó el gol. Tres minutos después, en el 18, el fino jugador aragonés conectó un testarazo que salió rozando la escuadra izquierda del portal visitante a la salida de un saque de esquina botado por Enguix.
No acabarían ahí las acciones de peligro de la 'perla rubia' unionista ya que el ataque siguiente concluyó con un endiablado centro chut que el meta visitante resolvió enviando a saque de esquina.
Poco después, en el 27, se produjo la jugada que pudo resultar clave para el devenir del encuentro ya que Tomás, muy acelerado durante el tiempo que estuvo sobre el rectángulo, realizó una entrada tan fea como innecesaria sobre Javi Herreros y Vizuete Sánchez, que tuvo una buena actuación, le mostró la roja directa dejando a su equipo en inferioridad numérica.
De nuevo Víctor Bravo, pasada la media hora de juego, recibió dentro del área un pase interior de Guille Roldán que le dejó solo ante el portero pero en esta ocasión en vez de cruzar con la derecha, optó por orientar el cuero a su pierna buena y su enroscado disparo salió junto al poste derecho, desperdiciando una clara ocasión para batir a Toni.
Al minuto siguiente Guille Roldán, en una de sus apariciones, penetró hasta la línea de fondo y su centro a media altura lo remató Honorio que, viniendo desde atrás, conectó un tremendo testarazo que supuso el primer tanto del jugador abulense como azulino y que sirvió para adelantar a su equipo en el marcador.
La única acción de peligro visitante llegó a falta de dos minutos para el descanso. Andrés lanzó una falta lateral y Dorronsoro se empleó a fondo para enviar a córner. Al saque de este, Vilaseca cabeceó pero su remate se estrelló en un compañero cuando iba camino de la portería melillense. No hubo tiempo para más y el colegiado envió a los equipos a los vestuarios con ventaja mínima de los azulinos en el marcador.
El segundo tiempo fue otra historia. Lejos de ver a un Melilla con ganas de hacer buen fútbol se vio a un equipo falto de ideas, carente de ambición y muy apático que desesperó a la grada con un juego poco fluido y tan pobre como espeso. Hecho que aprovechó el Yeclano para controlar el partido en busca de una acción aislada en la que pudiera llegar la igualada pero los murcianos pecaron de inocencia y demostraron el por qué es el tercer peor equipo goleador del Grupo ya que adoleció de pegada y en ningún momento dio la sensación de poder arañar un resultado positivo en su visita a tierras norteafricanas.
Lo más destacado de la segunda mitad, fue la consecución del segundo gol azulino a falta de diez minutos para el final y en una curiosa jugada donde parecía que ni Víctor Bravo ni Andrés Ramos estaban por la labor de sentenciar pero finalmente fue el aragonés quien al tercer intento y con todo a su favor envió el cuero al fondo de las mallas estableciendo el 2-0 definitivo. Un gol festejado de forma fría y distante por los protagonistas y en cuya celebración no hubo ni baile chuminero y síntomas de éxtasis, aunque hizo justicia a lo presenciado sobre el impecable césped del municipal melillense.
Los jugadores murcianos, al igual que el técnico visitante en rueda de prensa, recriminaron la acción del segundo gol por considerar que había intentado lanzar el balón fuera para que se atendiera a Honorio que se encontraba tumbado en el césped con muestras de dolor. De hecho el jugador azulino tuvo que ser sustituido entre lágrimas. En principio sintió un pinchazo en el gemelo de la pierna que tuvo lesionada y habrá que esperar su evolución para saber con exactitud el alcance de la lesión.