La UD Melilla logró una victoria balsámica cuando más lo necesitaba y cortó la racha negativa de dos jornadas sin ganar. Con los tres puntos sumados de una tacada ante un Écija que plantó cara su derrota, con el sello personal de su técnico Miguel Rivera, la escuadra unionista vuelve a situarse muy cerca de los puestos de play-off y ahora toca confirmar la mejoría el domingo que viene en la visita al Antonio Peroles ante el CD Roquetas, otro equipo en clara progresión en las últimas jornadas.
El encuentro no resultó atractivo de cara al espectador aunque sí resulto interesante desde el punto de vista táctico ya que ambos entrenadores mantuvieron un duelo continuado a lo largo de los 90 minutos. De entrada, Óscar Cano apostó fuerte por su ideal en cuanto a la concepción que tiene del fútbol y dio cabida en el once inicial a jugadores que apuestan por el buen trato a la pelota como Nico Cháfer y Katxorro para fortalecer su propuesta de mantener la posesión y llevar por tanto la iniciativa en el juego a pesar del irregular estado del terreno de juego. Por su parte, Miguel Rivera planteó un partido valiente en busca de la victoria, apostando por una defensa adelantada y llevando a cabo una gran presión que comenzaba en la zona de iniciación del Melilla y aumentaba en la zona de creación, impidiendo la sucesión de pases de los azulinos y haciendo gala de un solidario esfuerzo en cuanto a la anticipación y a la interceptación, todo ello partiendo de una buena organización y distribución de los elementos sobre el rectángulo.
El pulso tuvo continuidad con la salida de inicio por parte del Melilla con los jugadores de banda jugando a pie cambiado. Edgar y Rubén Cruz intercambiaron sus posiciones a lo largo de varias fases del choque; lo mismo que hicieron Yepes y el ex azulino Antoñito en el cuadro astigitano. En el tramo final Cano apostó por reforzar la medular y Rivera hizo lo propio en detrimento de su línea de retaguardia que pasó a ser de tres a pesar de jugar en inferioridad numérica durante el último cuarto de hora del partido. El Melilla, ante la densidad de hombres en la zona ancha y lo espeso del juego en la línea creativa optó por volver a la fórmula del juego en largo y, fruto de ello, gozó de varias ocasiones de gol. En definitiva, un duelo interesante al menos en cuanto a la dirección técnica desde los banquillos.
Ambos equipos afrontaron el choque con la necesidad imperiosa de sumar los tres puntos y ya, desde el momento de conocer las alineaciones, se veían las claras intenciones de los contendientes. Los primeros minutos fueron de dominio visitante ya que los locales esperaban un partido con más presencia en campo contrario, pero se vieron sorprendidos por la disposición de los sevillanos y así, en el minuto ocho de juego, Yepes, dentro del área, disparó ajustado al palo aunque sin consecuencias. Conforme avanzaba el crono, el Melilla se sacudía la presión inicial visitante y visitaba con más frecuencia las inmediaciones del área rojiblanca. Así, en el doce, Nico ejecutaba un saque de esquina en el que el Ramón, portero astigitano, se quedaba con el molde en su intento de salida y el cuero a punto estuvo de traspasar la línea de gol pero un defensa despejaba en última instancia. Seguidamente fue Raúl García el que centraba al área para que Chota cabeceara en posición forzada, saliendo la pelota a córner. Al filo del cuarto de hora, se produjo el primer disparo local sobre el portal foráneo pero el disparo con la zurda de Chota lo atajó sin problemas Ramón. Dos minutos después, en el 17, Edgar se internó en el área del Écija para servir un balón raso a Katxorro que conectó un zurdazo a las nubes.
Los visitantes no estaban dispuestos a dejarse encerrar, no iba con ellos, y tocaron arrebato en el acoso al portal defendido por Dorronsoro. La estrategia es uno de los puntos fuertes de los equipos de Rivera y se dejó notar en los cuatro saques de esquina que de manera consecutiva lanzó el Écija. El segundo pudo acabar en gol pero el disparo de Carrasco golpeó en la espalda de un jugador azulino y se estrelló en el palo derecho del portal melillense y Antoñito estuvo a punto de convertir el cuarto en gol olímpico pero el cuero se marchó al travesaño.
Pasada la media hora de juego, en el 36, y cuando más agobio estaba pasando el Melilla y mejor se encontraban los visitantes, llegó el único tanto del partido. Nico se hizo con una pelota en campo contrario y trazó una diagonal para Edgar, ahora en banda derecha, y el tinerfeño, que llegó muy forzado a la línea de fondo, sacó un centro con la derecha que Katxorro, totalmente solo en el área de meta, cabeceó al fondo de las mallas astigitanas.
Con ventaja en el marcador y con la sensación de que el Melilla había obtenido un excesivo premio, el extremeño Sánchez Laso decretó el descanso.
El inicio del segundo acto tuvo un claro color azulino y así, nada más iniciarse, Raúl García colgó un balón al segundo palo para que Chota habilitara a Edgar cuyo disparo despejó Ramón a saque de esquina. Cinco minutos después Nico cedió sobre Raúl García que centró desde la línea de fondo y el cuero, tras golpear en un contrario, se estrelló el la base del palo derecho visitante sin que Chota llegara al rechace.
La UD Melilla seguía intentándolo, y al filo de la hora de partido, de nuevo Nico, muy activo toda la mañana, envió un balón en profundidad sobre Edgar que logró sacar un centro desde la misma cal para que Rubén Cruz asistiera a Moyano cuyo golpeo salió junto a la base del palo izquierdo de la meta defendida por Ramón.
El Écija no quiso ser menos y Coco probó fortuna desde lejos pero Dorronsoro atajó en dos tiempos. A renglón seguido fue Remirez quien centro al área y Juan Pablo cabeceó alto desde el punto de penalti. A falta de un cuarto de hora para el final, Migue se marchó de Moyano, penetró en el área y su disparo casi sin ángulo lo despejó Dorronsoro a córner. Al minuto siguiente Ramirez golpeó raso y ajustado al palo aunque sin consecuencias. El Écija seguía apretando y un minuto más tarde era Juan Pablo el que enviaba un centro envenenado al área que Moyano desviaba a córner.
De nuevo, y cuando más apretaban los visitantes, un balón en largo desde la defensa melillense habilitó a Chota para plantarse ante Ramón pero el delantero azulino era derribado en la media luna del área por Nando que vio la cartulina roja al desbaratar una manifiesta ocasión de gol siendo el último defensor. Katxorro se encargó de ejecutar de manera magistral el libre directo, luciéndose Ramón al despejar una pelota que se colaba por la escuadra de su portería. A raíz de ahí, el Melilla jugó con superioridad numérica y Edgar pidió el cambio al sufrir un pinchazo en el abductor que propició la entrada del juvenil Sidi al que Óscar Cano hizo debutar con la elástica azulina. Chota, Nacho Aznar y Campillo tuvieron la oportunidad de sentenciar pero la mala puntería en dos ocasiones y otra gran intervención de Ramón a disparo de Campillo no tuvieron reflejo en el marcador.
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