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Francisco Díaz logra la distinción por su apoyo al certamen literario de Navidad que organiza su área
El viceconsejero de Festejos de la Ciudad, Francisco Díaz, recibió ayer el escudo de oro de la Unión Nacional de Escritores de España (UNEE) por su apoyo al Certamen Literario de Navidad Ciudad de Melilla, que ha sido organizado desde hace 18 años desde esta viceconsejería.
En el marco de un recital poético y musical en la capilla del Colegio de la Divina Infantita, el titular del área de Festejos recibió la distinción, impuesta por el presidente de la UNEE, Juan Carlos Heredia. El acto fue presentado por el poeta y dramaturgo Francisco Casaña.
Con anterioridad a la imposición del escudo de oro, Heredia destacó que el Certamen Internacional de Navidad Ciudad de Melilla nació hace dieciocho años “sin apenas pretensiones, pero ya en sus primeras ediciones logró la participación no sólo de autores españoles sino de muchos países, especialmente latinoamericanos, a los que llega esta convocatoria anualmente como una de las citas más importantes”.
Doble objetivo
“Esa convocatoria logra un doble objetivo: por un lado, la promoción de la cultura y, por otro, la difusión del nombre de Melilla”, dijo Heredia.
Sobre el certamen, subrayó que es una convocatoria “prestigiada, no sólo por su continuidad en el tiempo sino por la numerosísima participación alcanzada año tras año, que sólo en esta edición ha logrado más de seiscientos participantes. “Ese logro para la propia ciudad de Melilla y para las letras es lo que hoy se premia en la figura de quien ostenta la responsabilidad de mantener el concurso”, enfatizó Heredia.
La entrega del escudo de oro de la entidad precedió a un recital poético y musical en el que por parte de la UNEE intervinieron Fortu Bitán, Ana María Catalá, Paqui Jodar, Lola Vega, Adelaida Díaz Gálvez, Horia Abselam, Laura Aguirre, Adeli Navarro, Jacinta Louzán, Francisco Casaña y Juan Carlos Heredia, este último leyendo unos versos navideños de Manoli Sánchez.
Recital poético y musical
El apartado musical estuvo protagonizado por el Coro de la Hermandad del Rocío, que interpretó varias canciones propias de las fiestas navideñas intercaladas con las lecturas poéticas, además de la Salve Rociera.