La Vicaría dice que es “inconstitucional” que Políticas Sociales cierre las iglesias

El vicario episcopal de Melilla, Eduardo Resa, aseguró ayer a El Faro que es “inconstitucional” que la Consejería de Políticas Sociales decrete el cierre de las iglesias. Indicó que este tema, además de estar en manos de unos abogados, se ha analizado con el presidente de la Ciudad, Eduardo de Castro. A él se le entregó una carta en la que se solicita que se elimine de la orden de Salud Pública que las iglesias deben cerrar en domingo. Además, Resa aseveró que ninguna autoridad ha hablado con él sobre este asunto, cuando es el representante de la Iglesia en Melilla.

El representante de los cristianos en la ciudad explicó que en esta carta, redactada con respeto a las autoridades, se describe que es “inconstitucional” que se ordene este cierre de las iglesias durante los domingos.

Analizar el tema

Resa expresó que De Castro ha acogido bien la carta y se ha comprometido analizar este contenido y que trasmitiría esto al consejero de Políticas Sociales, así como la vicepresidenta del Gobierno local, Gloria Rojas.

Y al margen de esta carta que redactó la Vicaría Episcopal, está la denuncia que han iniciado la Asociación de Abogados Cristianos.

Para Resa, esa orden de Salud Pública “vulnera claramente un derecho constitucional como es la libertad de culto y también la libertad religiosa”.

El vicario episcopal aseveró que esta medida no se ha adoptado en ninguna otra región de España y tampoco viene recogida en el decreto de estado de alarma del Gobierno central. Indicó que ninguna autoridad ha decretado el cierre de una iglesia, mezquita o sinagoga en estos momentos.

Resa indicó que esa orden del martes “se carga” la libertad religiosa y de culto de los melillenses. Puntualizó que él no puede cerrar las iglesias porque no tiene capacidad para ello. Apuntó que en todo caso esa decisión la debería adoptar el obispado.

Sin embargo, matizó que ni en marzo cuando hubo un confinamiento de la población se cerraron las iglesias. Lo que hizo el obispado fue dar una dispensa para que los cristianos no fueran en persona a los templos a misa.

Pero Resa remarcó la importancia de que las iglesias estuvieran abiertas durante marzo y abril para que las personas que salían a pasear a su perro o a hacer una compra pudieran entrar unos minutos a rezar en los templos. Dijo que esta libertad nadie la puede quitar.

No se contó con la Vicaría

Por otro lado, comentó que el consejero de Políticas Sociales, Mohamed Mohamed Mohand, dijo que había consensuado esta medida con las autoridades religiosas y, sin embargo, con la Vicaría Episcopal de Melilla no se contactó ni se ha consultado nada de esto. Resa aseveró que no hablaron con él.

El vicario episcopal remarcó que no se prohibió nunca, ni en el inicio de la pandemia, abrir la iglesia, y que desde el obispado, cuando se decretó el confinamiento domiciliario de toda la población, se eximió de ir a misa de forma presencial a los cristianos. Esto se volvería a realizar, es decir, que el obispado diera una dispensa, si hay de nuevo un confinamiento domiciliario de la población. Pero en ningún caso se cerrarían las iglesias, añadió.

Tampoco él podría decretar el cierre de los templos porque sería una medida que deberían adoptar otras autoridades eclesiásticas.

¿Qué ocurrirá si no hay ninguna respuesta a esta petición? Resa dijo que cerrarán las iglesias, pero seguirán adelante con las quejas porque tras su carta, vendrá la intervención del obispo y luego la Conferencia Episcopal.

En este sentido, dijo que la Ciudad puede reducir aforo y exigir todas las medidas, pero no puede interferir en que la gente asista al culto. Afirmó que les excede esta medida a sus competencias.

Medidas de seguridad

Y al margen de todo esto, el vicario episcopal dijo que en las iglesias se mantienen todas las medidas de seguridad y sanitarias. Hay geles hidroalcohólicos en la entrada y salida de los templos, se señala el aforo y se han adaptado al número de personas cuando ha habido restricciones y siempre se deja esos dos metros de seguridad entre los fieles que acuden a misa.

Es más, Resa dijo que a veces queda de pesado porque repite una mil veces a los que asisten a las eucaristías que no se hagan grupitos en la salida, que vayan en orden y que no se junten en la puerta. Afirmó que no hay aglomeraciones en las iglesias

Además, el vicario episcopal reiteró que cuando se reduce el aforo, siempre se adaptan, y en su caso, multiplica las misas para que puedan acudir los melillenses. Son hasta cinco las eucaristías que da el fin de semana en diferentes horarios y separados.

Resa puntualizó que se han adaptado para garantizar la seguridad de los fieles, por ejemplo, en las confirmaciones. Mientras que hace un año había hasta 60 niños en la iglesia, ahora se hacen por muchos turnos y cada grupo de confirmación no excede de diez niños e incluso han limitado que puedan asistir familiares, indicando que solo puede ir el padrino y tres acompañantes. Eso hace que sean como mucho 50 personas en un templo donde habría capacidad para tener a 100 personas con las restricciones de aforo actual.

“Para mucha gente, es algo esencial ir a la iglesia, como es esencial tomar la pastilla para combatir la tensión alta”, afirmó indicando que la Constitución española asiste a este derecho.