La UD Melilla y Granada B demostraron desde el minuto uno que ninguno de los dos estaba dispuesto a ceder un ápice en el empeño de hacerse con los tres puntos. Los locales para alargar su racha de imbatibilidad y seguir instalados en la zona noble de la clasificación; y los visitantes para intentar enderezar el rumbo tras dos derrotas consecutivas. Pudo ganar cualquiera, pero al final el reparto de puntos hacía justicia a la propuesta de uno y otro.
El primer acto no tuvo un respiro, no hubo pausa. Ambos equipos protagonizaron unos primeros cuarenta y cinco minutos vibrantes. No es que el juego fuera vistoso, pero la pelea en la zona ancha era a pecho descubierto y la pelota visitaba las inmediaciones de ambas áreas con bastante frecuencia aunque sin mucho peligro.
A los tres minutos de juego, los nazaríes pidieron manos de Dani Barrio por entender que el portero tocó la pelota fuera del área, pero el árbitro mandó seguir la jugada a instancias de su asistente. La UD Melilla fue la primera en disparar a puerta por mediación de Rubén Sánchez a poco de cumplirse el primer cuarto de hora. Pol Ballester paró sin apuros.
No hubo que esperar mucho para ver el primer gol del choque. Rubén Sánchez, que completó un magnífico partido, enganchó un tremendo disparo a pie cambiado que se coló ajustado al palo. El manchego puso el broche de oro a una magnífica jugada de ataque protagonizada por Sufian y Jilmar.
A raíz de encajar el tanto los visitantes dieron un paso adelante. Planagumá, técnico rojiblanco que se sacó el título en nuestra ciudad, movió ficha dando entrada al goleador Matheus en sustitución de un acelerado Estupiñan. El cambio arrojaba el fruto deseado y casi a renglón seguido llegaba el empate. Nierga, totalmente solo en el segundo palo, aprovechaba la pasividad de la zaga azulina para disparar hasta en dos ocasiones y en la segunda de ellas enviar el cuero al fondo de la red para establecer la igualada con la que se llegaba al descanso.
Si el primer acto resultó entretenido, el segundo lo fue aún más. El filial granadino ponía una marcha más y el Melilla aceptaba el reto. A los tres minutos de la reanudación, Corozo protagonizaba una gran jugada individual que culminaba con un pase de la muerte que Clifford, con todo a su favor, desaprovechaba al enviar la pelota fuera.
La respuesta no se hizo esperar. Sufian dibujaba un pase por encima de la zaga nazarí y Rubén Sánchez controlaba dentro del área y enviaba un centro raso que no encontraba rematador. La jugada seguía y la pelota, ahora en el área local, llegaba a los dominios del hispano brasileño Matheus, que enganchaba un disparo desde la frontal que se marchaba fuera muy cerca de la cruceta del portal defendido por Dani Barrio.
El Melilla se sacudía por momentos el acoso visitante y ponía cerco a la portería defendida por Pol Ballesté. Sufian y Pepe protagonizaron una buena jugada, con pared incluida, la pelota llegó a Nacho Aznar quien se revolvió dentro del área y sirvió un balón de oro a Rubén Sánchez, pero el disparo del '7' azulino se marchó lamiendo la base del palo izquierdo de la meta andaluza.
De nuevo Sufian, Pepe y Nacho Aznar volvieron a encontrarse en la siguiente acción, pero el disparo al palo corto del ex del Atlético de Madrid se encontró con la manopla de Ballesté. Rubén Sánchez volvería a ser protagonista al fabricarse una jugada en la que la pelota acabaría en córner al estrellarse en el meta nazarí.
El Granada B no estaba dispuesto a dejarse sorprender y de nuevo volvería a hacerse con las riendas del choque. Homgla conectaba un derechazo desde el balcón del área que se marchaba fuera por muy poco y en la siguiente acción era Richi el que se anticipaba para impedir el disparo de Matheus, que se encontraba solo delante de Barrio.
El partido entraba en su recta final con la incertidumbre en el marcador Richi se quedaba descolgado arriba como ariete y Matheus estuvo a punto de adelantar a su equipo al culminar un rápido contraataque rojiblanco (ayer de negro), pero Dani Barrio, muy atento, abortaba la situación.
Lo que no se gana en noventa minutos hay que tratar de no perderlo en tres. Justo los que añadió el colegiado extremeño García Gómez, que tuvo una buena actuación. Ambos equipos aplicaron esa máxima para sumar un punto que dejaba contentos a todos.
Los melillenses después de este empate siguen invictos en el grupo IV de la Segunda División B y ya se encuentran centrados en su próximo compromiso de liga y donde esperan volver a la senda del triunfo e intentar sumar los tres puntos en juego para seguir encaramados en los puestos altos de la clasificación general en este grupo IV.
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