El Gobierno local calificó como una “situación de extrema urgencia” la que se está viviendo por la existencia de menores extranjeros no acompañados (mena) que se niegan a estar en los centros de acogida y viven en la calle intentando llegar a Europa como polizones en los barcos.
En rueda de prensa, el consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, dijo que para hacer frente a este “situación de extrema urgencia”, se van a habilitar cinco educadores para convencer a estos menores de que la mejor opción no es la calle en las próximas semanas, aunque recordó que el objetivo es triplicar esa cifra cuanto antes.
Otro contrato
Ventura aseguró que el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, “está muy motivado” en incrementar esos equipos de educadores de calle para que sean 15 repartidos en cinco equipos, por lo que la Ciudad está buscando las fórmulas administrativas que hagan posible llevarlo a cabo mediante el procedimiento de contratación menor. Hay que recordar que tal y como publicó El Faro la previsión es que se inviertan unos 240.000 euros al año en este programa, que pretenden estabilizar en el tiempo para que se convierta en un servicio habitual.
Ventura indicó que el contrato menor permitiría una mayor celeridad para la incorporación de estos primeros cinco educadores, dada la complicada situación de este asunto, mientras que si se llevara a cabo mediante el procedimiento normal de contratación, se podría tardar unos cinco meses y “en ese tiempo hay que intervenir”.
Además, señaló que “hay una demanda social en la calle” porque la presencia de estos niños y jóvenes en la vía pública provoca una “sensación de inseguridad” de los ciudadanos melillenses, muchos de los cuales también están preocupados por la situación de estos menores.
Otro de los objetivos de Bienestar Social es “seguir trabajando al más alto nivel en medidas legislativas” para dar respuesta a la “presión migratoria” que ejercen los menores extranjeros no acompañados, evitando así el desarraigo de este colectivo de su país de origen y de sus familias, “en consonancia con la normativa europea”.
También ha recordado Ventura que la Consejería de Bienestar Social ha desarrollado en esta legislatura un reglamento para el acogimiento de menores tutelados en los centros de protección, buscando como fin “minimizar en lo posible el internamiento” de estos chicos en centros de acogida residencial
El consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, destacó ayer el aumento presupuestario que ha experimentado el área que dirige en los últimos ocho años. Ventura indicó que en 2009 se destinaba a ayudas sociales un total de 690.000 euros, una cantidad que ha ascendido hasta los 5,2 millones de euros en este ejercicio. Ventura destacó que Bienestar Social ha cumplido en lo que va de legislatura con el 84% del programa electoral. En estos dos años, la Consejería de Bienestar Social ha gestionado un presupuesto de 51 millones de euros, al que se destinará en breve otros dos millones de euros más, gracias al incremento de la dotación del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, que ha pasado de dos a
cuatro millones la inversión para la atención a menores en Melilla.
Ventura destacó entre los retos alcanzados en esta legislatura la ampliación de la cobertura de teleasistencia, que aumentará su número de usuarios hasta los 600 en el nuevo contrato, la mejora de la calidad de vida de familias con miembros que tienen discapacidad, el aumento de las aportaciones a asociaciones “en los peores momentos de la crisis” y el trabajo transversal para la accesibilidad son otros de los ejes de esta área.
La Ciudad pondrá en marcha un nuevo programa de apoyo para escolares cuya lengua materna no es el castellano. El consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, explicó ayer que el objetivo es que estos menores, en riesgo de exclusión social, dominen el idioma y puedan avanzar a mejor ritmo en sus estudio. La iniciativa se llevará a cabo en un total de once centros escolares, empezará el 1 de octubre y finalizará en mayo del próximo año. El consejero explicó que para este programa se contratará a 18 graduados en Educación Infantil, un trabajador social y un coordinador. El programa se desarrollará en horario de tarde, con 15 semanales. Está previsto que puedan participar unos 360 niños y el presupuesto que la Ciudad destinará a esta iniciativa formativa asciende a 169.000 euros, según explicó el consejero de Bienestar Social.
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