Un día después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, señalase que era consciente del gran reto que tiene Andalucía, que acoge a 3.600 menores extranjeros no acompañados, el consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, aseguró en un comunicado estar “preocupado” por que el objetivo del reparto de los menores sea esta comunidad autónoma. Según sostuvo el dirigente del PP local, la situación que atraviesa la región andaluza “no es comparable” a la que se vive en Melilla.
Al respecto, el consejero subrayó que en 2017 se acogió a 1.800 menores y que este ya se ha superado la cifra de 1.100 niños nuevos. “A día de hoy son cerca de 800 los que atendemos en los centros de protección”, indicó Ventura. Según justificó en el comunicado, por una cuestión de “limitaciones estructurales” resulta “simplemente imposible” la posibilidad de abrir nuevos centros de acogida en Melilla.
“A diferencia de otras comunidades, nosotros carecemos de espacios para poder construir y por tanto es muy importante que se nos tenga en cuenta por motivos estructurales limitados”, hizo hincapié Ventura. El consejero de Bienestar Social, a su vez, volvió a solicitar al Gobierno de España y a la Unión Europea (UE) la intervención inmediata y urgente. “Tanto por el bien superior de los niños que llegan a Melilla”, indicó, “como por el bien y la estabilidad de los melillenses”. Según apuntó el responsable, en el último mes se han registrado unas cuatro entradas de menores diarias.
Capacidad para 260 menores
En este mismo comunicado, el consejero remarcó que la capacidad estructural de Melilla asciende a 260 menores, siendo “imposible poder atender a más”.
“Pedimos al Gobierno de la Nación, a la UE y a las comunidades autónomas que dejemos la demagogia a un lado y no hablemos de solidaridad interterritorial, ni del bien superior de los menores, si verdaderamente nadie tiene previsto interceder en este grave problema que vive en primera persona la Ciudad Autónoma de Melilla”, hizo hincapié Ventura.
A su vez, el consejero puso de manifiesto que los cuerpos policiales se ven limitados “con semejante presión migratoria de menores y jóvenes”. Según apuntó, muchos de estos niños manifiestan que vienen por cuestiones económicas y documentales. No obstante, recordó que Marruecos es un país “sujeto y firmante de la Convención de los Derechos del Niño”.
Según Ventura, “casi el 95%” de estos menores no acompañados son de origen marroquí, con una media de edad de 16 o 17 años. “Más de 400 de estos niños vienen con pasaporte o tarjeta de identidad marroquí por lo que no es comprensible que no sean devueltos a su país de origen, o repatriados, siempre con todas las garantías”, valoró el consejero.