El consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, destacó ayer la buena marcha que está teniendo el programa de educadores de calle. Ventura aseguró que están trabajando especialmente con un grupo de niños “muy pequeños” para intentar que permanezcan el mayor tiempo posible en los centros de acogida, aunque reconoció que la intervención es complicada en algunas ocasiones porque se encuentran con personas que no lo facilitan.
El máximo responsable de Bienestar Social dijo que hay algunos adultos que les dificultan la actuación y criticó que miembros de algunas entidades que supuestamente trabajan con estos pequeños no avisen a las Fuerzas de Seguridad o a la Administración cuando detectan que estos menores, sobre todo los de tan corta edad, no están en los centros. Apuntó que parece que hay a quienes les interesa que los chicos continúen viviendo en la calle.
El consejero apuntó que él mismo ha felicitado a los trabajadores por la intervención que están realizando y señaló que se trata de que los chicos que son llevados a las instalaciones dependientes de la Administración se queden el máximo tiempo posible, aunque reconoció que la mayoría tratan de volver a irse a la calle.
Juegos con los niños
Ventura indicó que los educadores utilizan juegos y actividades lúdicas para acercarse a estos niños y desde una perspectiva pedagógica tratar de que acepten la tutela de la Ciudad.
Por otro lado, el consejero se refirió a los dispositivos de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que se encargan de ‘recoger’ a jóvenes que están en la calle. Apuntó que esta actuación está sirviendo sobre todo para detectar cuáles de estos chicos son adultos. Recordó que en los casos de mayores de edad se les aplica la ley de Extranjería y se tramita el correspondiente expediente de expulsión a su país de origen, ya que se encuentran en situación irregular. Dijo que esto está sirviendo para disminuir la presencia de estos jóvenes en la calle, aunque reconoció que continúan produciéndose entradas.
El consejero recalcó que esta acción policial permite a la Administración centrarse en los menores, que es lo que realmente importa.
Hasta el viernes Policía y Guardia Civil había conseguido interceptar a 148 menores que vivían en la calle, de los 63 ingresaron por primera vez en el centro y el resto contaba ya con una reseña policial. Asimismo, se ha encontrado a 129 adultos que estaban en la ciudad en situación irregular. Todos eran marroquíes y se les ha iniciado el correspondiente expediente de expulsión al país vecino.
Este dispositivo especial se puso en marcha hace poco más de un mes. En él trabajan de forma coordinada Guardia Civil, Policía Nacional y Local. Junto a los educadores de calle y las medidas de seguridad que se están instalando en el puerto, son las principales medidas que se han puesto en marcha en Melilla para tratar de solucionar el problema de los menores extranjeros no acompañados, cuya presencia en la ciudad se ha incrementado de forma notable en los últimos tiempos.
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