Un melillense aceptó ayer la condena de un año de prisión y doce meses de multa a razón de seis euros diarios (2.190 euros) por un delito de alzamiento de bienes o insolvencia punible. Reconoció ser culpable de haber vendido la mitad de una nave industrial a su hermano para eludir el pago de una sanción judicial que arrastraba desde 2003.
Ese año fue condenado a pagar una multa de un total 7.441 euros, que recurrió y la Sección 7º de la Audiencia Provincial de Málaga en Melilla redujo a 1.283 euros, en su resolución emitida dos años después, concretamente, el 20 de noviembre de 2005.
Venta a su hermano
Sin embargo, según explicó el juez del Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla, meses antes de esta sentencia, el 29 de abril de 2005 vendió la mitad de un nave industrial de la que el acusado era propietario. Esa venta la efectuó a su hermano, mermando así su patrimonio para no cumplir con la multa a la que había sido condenado en 2003.
Por estos hechos, se sentó ayer en el banquillo de los acusados por un delito de alzamiento de bienes o insolvencia punible. Su abogado defensor y la Fiscalía llegaron a un acuerdo de conformidad, por lo que se le aplicó la pena mínima prevista en el artículo 258 del Código Penal, es decir, un año de prisión y doce meses de multa.