Asegura que existen otras fórmulas para parar la inmigración, como la colaboración del Ejército El presidente de Populares en Libertad (PPL) aseguró ayer que la reinstalación de la concertina en el vallado fronterizo de Melilla “no es la solución” y que, por el contrario, va a suponer más y graves problemas.
En una nota de prensa, el líder de PPL manifestó que esta medida antiintrusión es “la prueba evidente del fracaso de la política de inmigración del PP”.
También aseguró que si bien su partido “siempre se alineará al lado del Gobierno español en todos los asuntos de Estado”, no va a silenciar “la grave equivocación que supondría coronar la alambrada con cuchillas que no contendrán las avalanchas y que constituyen un grave riesgo para la salud y la vida de los inmigrantes”.
En opinión de Velázquez, “esta medida no se aplicaría si Imbroda y El Barkani explicaran a las autoridades nacionales sus verdaderas consecuencias”. En este sentido señaló que “no puede entenderse que si hace cinco años la concertina era una medida criminal, ahora se presente como una solución a la entrada de inmigrantes”.
El líder de PP aseguró que “la necesidad de preservar nuestras fronteras no debe estar reñida con el respeto a la integridad física de los inmigrantes y que si antes se comprobó que no era un elemento disuasorio y sí un instrumento lesivo, los responsables políticos de su instalación deben explicar por qué Melilla volverá a ser una referencia internacional de maltrato y crueldad contra los inmigrantes”.
La propuesta de PPL para una política inmigratoria “coherente y eficaz” pasa por la instalación de la sirga tridimensional en el lugar que inicialmente iba a ser emplazada, la colaboración del Ejército en la vigilancia de la frontera cuando se considere necesario, el protagonismo de Europa en el diseño de la política de inmigración vinculando los fondos al desarrollo y la construcción de centros de inmigrantes en Marruecos para facilitar su repatriación a sus países de origen.