El presidente de PPL no descarta que otras navieras puedan sentirse “dañadas”.
El presidente de Populares en Libertad (PPL), Ignacio Velázquez, se mostró ayer a favor de que Melilla recupere los trayectos nocturnos del barco. Sin embargo, advirtió que la modificación de los horarios una vez adjudicado el contrato marítimo a Acciona Transmediterránea podría llevar consigo una serie de consecuencias, como reclamaciones por parte de navieras que pudieran sentirse “dañadas” por estos cambios. Velázquez se refería así a la reunión que el viceconsejero de Turismo, Javier Mateo, mantuvo ayer con los responsables de la adjudicataria, aunque el resultado del encuentro aún no se conocía. “No nos gustaría ni lo deseamos, pero es posible que alguna naviera se sintiera dañada al ver que cambian las condiciones”, recalcó.
El líder de PPL valoró que el Gobierno local intente rectificar lo que pactó con la Administración central sobre los horarios del barco. “Estamos en Semana Santa y parece que Mateo, que es un hombre evangélico, ha tenido su camino a Damasco, ha caído del caballo y ha visto la luz. Más bien ha visto el error”, ironizó Velázquez. Recordó que desde su formación política le solicitaron al Ejecutivo local “por activa y por pasiva” durante la tramitación “larguísima y eterna” del contrato marítimo que se mantuvieran las travesías nocturnas. “Nos parece bien que ahora rectifique porque será mejor para la ciudadanía, pero nos preocupa que una vez adjudicado el contrato, el cambiar las condiciones pueda llevar consigo consecuencias no deseables”, insistió.
“Espero que no porque los melillenses ya hemos sufrido bastante con la torpeza del Gobierno y con su absoluto desprecio a la oposición, cuando le dijimos que los trayectos deberían ser nocturnos”, recalcó Velázquez.
Observadores electorales
Por otra parte, el presidente de PPL coincidió con las declaraciones del partido ecologista Equo, que la semana pasada reclamaba observadores para vigilar la campaña electoral y las elecciones en Melilla. Velázquez recalcó que la ciudad es “peculiar” en este sentido por dos motivos. El primero por del alto índice de votantes por correo que se registra en los comicios autonómicos y porque Melilla registra “el mayor índice de corrupción y de miembros del Gobierno imputados” del país.