Hay una veintena de menores que han asegurado a la Policía Local, en las entrevistas que hacen los agentes para hacer su reseña, que entraron a Melilla tras pagar 20 euros a un sujeto para pasar por la frontera. Éste es uno de los muchos métodos que usan los menores marroquíes para acceder a nuestra ciudad, según apuntó ayer el consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, que afirmó que otros 55 dijeron que vinieron acompañados de sus padres y que luego les dejaron aquí. Son cifras de esos siete meses de 2018
De hecho, Ventura también informó de que en junio se denunció a una mujer por abandono de menores y fue puesta a disposición judicial tras visitar a su hijo en La Purísima, donde estaba acogido.
El consejero, que tenía el informe de la Policía Local con estos datos, resaltó que habían entrado 82 menores con la documentación, bien acompañados de sus familias o de otra persona.
También comentó Ventura que otros 31 dijeron que habían entrado en un vehículo a Melilla; otros 90 por los pasos fronterizos; 39 indicaron que habían aprovechado los tumultos en la frontera para colarse; y con otros métodos de entrada, trece lo hicieron saltando muros o alambradas y otros seis nadando. Todo esto suma un total de 594 menores que han entrado en nuestra ciudad desde enero, según los datos facilitados por la Policía Local, añadió. Asimismo, resaltó que toda esta información se facilita a la Fiscalía de Menores para que tome las decisiones oportunas.
El consejero reiteró que no ha parado de ascender el número de menores que llegan a Melilla y, para responder a unas declaraciones de la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, reconoció que “no se teletransportan” vienen con un “paracaídas”, sino que entran por la frontera. De esta forma, matizó que hay casi 600 nuevos ingresos en lo que va de año y que en mayo fueron 79; en junio, 94 y en lo que va de julio son 98.
El titular de Bienestar Social, Daniel Ventura, explicó que en el año 2015 había 453 menores acogidos entre todos los centros, lo que se consideró un número muy alto y produjo una alarma social. Ahora esa cifra asciende a más de 800 porque sólo en La Purísima hay casi 600 niños atendidos.
Además, Ventura matizó que se llegó a acoger durante todo el año 2016 a unos 1.400 menores, mientras que en el 2017 se llegó a 1.800. Por ello, reiteró que no ha cesado de crecer el número de niños y jóvenes que han pasado por la atención de la Ciudad. Pero esa cifra asciende aún más si se cuenta la cantidad de veces que entra un menor en el centro de acogida. En este sentido, remarcó que fueron 3.500 los reingresos en el 2017. Se trata de niños que causan altas y bajas en La Purísima u otras instituciones y que no quieren estar en estos centros porque desean colarse en los barcos como polizones. “Prefieren malvivir en las calles, poner sus vidas en peligro, con la connivencia de algunos”, añadió el titular de Bienestar Social.
Asimismo, Ventura informó de que las cifras de reingresos en lo que va de año aumenta en relación al año anterior con más de 1.990 solo en estos siete primeros meses del año.
Por último, indicó que desde septiembre del pasado año, cuando se produjo un repunte de entradas, hasta julio de éste, se han registrado un total de 1.300 nuevos ingresos en los centros de acogida y más de 2.500 reingresos.
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