Cuando construyeron una escalera para conectar sus casas con el barrio de la Victoria no sabían los problemas que les iba a ocasionar. Los vecinos del edificio Londres del Tesorillo viven una pesadilla por culpa de una alcantarilla que de forma continua vierte aguas residuales por toda la escalera. Para ellos es un sin vivir. Genera malos olores y hay ratas en la zona. No pueden abrir sus ventanas ni los niños pequeños que hay en el bloque pueden jugar por ahí porque la situación es de insalubridad. Han reclamado por escrito, en varias ocasiones, y también por llamadas que arreglen esta situación, sin recibir más allá de una respuesta como “la semana que viene irán a arreglarlo”, sin que se haya producido.
Son muchos los melillenses afectados solo en este edificio. De hecho hay seis casas por piso y son cuatro las plantas, con los que hay, al menos, 24 familias afectadas directamente por un problema, que no entienden por qué no se ha solucionado, ya que solo habría que conectar esa tubería que vierte aguas fecales a otra para que no caiga esa basura en la vía pública.
Un vecino ha grabado cómo es subir por estas escaleras que siempre están llenas de agua estancada en cada uno de los peldaños, que además es de una tubería de aguas fecales con el mal olor que genera, así como con todos los jardines descuidados a los lados, llenos de basura y malas hierbas. Explicó a El Faro que en alguna ocasión han ido a limpiar la escalera con agua y han pasado por allí los jardineros para retirar algunas plantas y limpiar la zona, pero no hacen nada con la tubería que es mayor de los problemas.
Este melillense que ha contactado con el periódico aseveró que han solicitado por escrito y por teléfono en varias ocasiones desde 2017, año en el que se construyó la escalera, que se arregle la tubería y nadie los escucha. Hay denuncias presentadas en las consejerías, pero no han recibido respuesta más allá de que iría alguien a verlo o a hacer algo sin que se haya ejecutado una obra para reconducir el agua que sale por esa tubería. Cree que cuando hicieron la escalera, se rompió esa conexión y se limitaron a taparlo con cemento. Pero el paso del tiempo hizo que el agua se abriera paso, destrozara el cemento y ahora toda la escalera sea un reguero de aguas residuales.
Este vecino, así como todos los del bloque, exigen una solución porque tienen que aguantar los malos olores que llegan a sus casas, así como las ratas, que temen que un día puedan colarse a sus hogares. Tienen niños pequeños que no pueden jugar por la zona por el riesgo para su salud. De forma que demandan una solución definitiva.