Vecinos de El Poblado echan en falta servicios y se quejan de la música a todo volumen

Vecinos de El Poblado echan en falta un parque infantil para que los niños de la zona puedan jugar, pero también una tienda donde comprar verduras, pescado o carne para no tener que trasladarse al centro de la ciudad. Además, una vecina se queja de que los fines de semana personas utilizan el aparcamiento y ponen música con un volumen alto, despertándolos.

Por otro lado para comprar verduras, carne o pescado, los vecinos deben “bajar” a otras zonas de la ciudad porque en la tienda del barrio no ofrece estos alimentos.

Ouda es vecina de El Poblado desde hace muchos años. Ella ha comentado a El Faro que “mejoraría poner una tienda que venda verduras y una carnicería, porque no hay nada. Para comprar cualquier cosa tienes que bajar. Aquí tienen bebidas y ya está. No hay otra cosa, la verdad”.

Ella, así como sus vecinos, deben trasladarse al centro de la ciudad para hacer la compra. En El Poblado hay una tienda de autoservicio pero no tiene ni verduras, ni cárnicos o pescado. También hay un estanco y una cafetería.

Ouda al tener hijos estudiando en otra zona de la ciudad, “baja” de lunes a viernes para llevar a sus pequeños al colegio, pero si le falta algo de verdura durante los fines de semana también debe salir del barrio a comprar la comida.

Abdela, otro vecino de El Poblado, coincide con Ouda, y cree que hace falta una tienda con más alimentos. “A por la compra tenemos que bajar siempre. Aquí no hay cosas de verduras, cosas importantes, aquí no tenemos”, dice.

Su familia está formada por cinco personas, por lo que casi todos los días debe salir del barrio por verduras, mayormente. Él señala que la tienda del barrio está bien para las personas que suben a Los Pinos, y van a por golosinas o bebidas, pero los residentes de la zona necesitan otros alimentos para el día a día.

Un parque para los niños

Por otra parte, en El Poblado hay un descampado donde Ouda cree se podría hacer un parque infantil.

“Mejoraría esto que está en frente para los niños (un descampado). Un parque para que puedan jugar, porque está todo muy lejos para los niños. Tienen que bajar hasta abajo”, asevera.

Ella iba caminando por el barrio con su hija pequeña cuando la entrevistó El Faro, y luego se sentó junto con su otro hijo en una acera cerca del descampado que cree que se debe adecuar para los niños.

Por otra parte, Ouda menciona un problema y dice que, en algunas ocasiones, sobre todo los fines de semana, hay personas que ponen música alta en un aparcamiento, molestando a los vecinos.

“Algunas veces se ponen ahí, con música fuerte a las tantas de la noche, que no pega. Y los niños, las familias durmiendo”, afirma.

Y agrega que ocurre los fines de semana. “Los viernes, los sábados y el domingo. Hay mucho jaleo”.

Esta vecina ha explicado que muchas veces cuando esto ocurre llaman a la Policía, que va a la zona.

Cuando está la Policía, dice, las personas “se van” pero vuelven nuevamente cuando se va la patrulla.

El Poblado o Cabrerizas Alta está ubicado frente al acuartelamiento de La Legión y muy cerca de Los Pinos. En este barrio de Melilla habitan 455 personas, según el censo de la Ciudad Autónoma.

Comunicación

En cuanto a la comunicación con el centro y otras zonas de la ciudad, los vecinos destacan el servicio de la COA, que pasa cada 30 minutos.

Para Eduardo Florensa, otro vecino de El Poblado, con las tiendas que hay en la zona está bien para la población del barrio.

“Y sino tenemos el autobús, que lo tenemos aquí al lado. No tenemos que andar kilómetros para coger un autobús. Lo tenemos en la misma puerta y comunicación, perfecta”.

Una vida en El Poblado

Por su parte, José, afirma que llegó a vivir a El Poblado con 9 años y tiene 86. Él conoce muy bien el barrio. Dice que lo bueno de la zona es que “hay una tienda, hay un sitio para hacer pizza. Eso es lo principal”.

Sin embargo cree que hace falta un parque infantil. Por otra parte se quejó de que llevan mucho tiempo solicitando que limpien una alcantarilla ubicada cerca de su casa.

Esto ya no es lo que era: “aquí no hay prostitución y nada de drogas”

Vecinos de El Poblado destacan el cambio que ha dado el barrio en los últimos años y señalan que es “muy tranquilo”.

Eduardo Florensa afirma que vive en el barrio desde que nació y dice que “no lo cambiaría. Es maravilloso”.

De acuerdo con él, atrás quedó aquella época en la que había problemas. “Lo bueno del barrio es que hay mucha paz, mucha tranquilidad. Aquí no te tocan los coches y lo mejor de todo el barrio es, sobre todo, el aire que respiramos de Los Pinos. Pero vamos, este barrio hoy en día es maravilloso. Yo no lo cambio ni por un piso en el Paseo Marítimo”.

Florensa tiene más de 50 años viviendo en El Poblado, por lo que lo conoce bien y valora el cambio que ha dado.

“En el barrio solamente hay gente trabajadora. No hay absolutamente nada de prostitución. No hay absolutamente nada de drogas, no hay absolutamente nada de nada”, dijo.

En cuanto a los servicios como agua, electricidad y limpieza, Florensa dice que no tienen problemas y éstos no fallan.

Poniendo en una balanza lo bueno y lo malo del barrio, ésta se inclina “siempre” hacia lo que está bien.

Al ser consultado sobre qué hay en la parte negativa dice enfáticamente que “nada”.

El Faro ha visitado el barrio de El Poblado y ha caminado por sus calles.

Éstas estaban tranquilas y cada cierto tiempo se veía a algún vecino caminar por sus vías. También se podía ver a algunos residentes fuera de sus viviendas sentados en una silla.

Mientras El Faro estuvo en el barrio vio que transitaban por la zona patrullas de la Guardia Civil así como una de la Policía Nacional.

Los vecinos coinciden en que es un barrio tranquilo y “seguro”.

Por otra parte Abdela, que también tiene años viviendo en El Poblado, dice que en el barrio había muchas más personas cuando estaba la mili en Melilla y agrega que con el paso de los años El Poblado ha ido cambiando.

En este barrio la mayoría de las viviendas son casas mata, pero también hay algunas edificaciones altas. En algunas calles hay pequeños huecos y en las paredes también algún graffiti. Pero los vecinos son enfáticos en la tranquilidad de El Poblado.