Los testigos consultados por El Faro niegan tajantemente que hubiera una protesta por los Planes de Empleo y apuntan a una intervención policial en el parque del barrio como detonante de los disturbios.
La Cañada de Hidum fue escenario el pasado jueves de una serie de disturbios que, por momentos, recordaron a los que tuvieron lugar en octubre de 2010, cuando los vecinos salieron a la calle en protesta por la confección de las listas de los Planes de Empleo.
En esta ocasión, todo apuntaba a los mismos motivos, ya que los disturbios tuvieron lugar un día después de que se publicara la lista de seleccionados en el Boletín Oficial de Melilla (BOME). Según la Delegación del Gobierno, se desconocían las causas oficiales de los incidentes del pasado jueves, aunque algunos de los alborotadores gritaban consignas sobre los Planes de Empleo.
En la jornada de ayer, El Faro conversó con los vecinos de la zona, cuya versión de lo sucedido difiere completamente de la proporcionada por las instituciones de la Ciudad Autónoma. Los habitantes del barrio aseguran que todo comenzó por una intervención policial “muy violenta” en el parque de La Cañada y que los incidentes tuvieron lugar “en defensa propia”.
Según el testimonio de A.A.M., a las 18:00 horas, aproximadamente, unos doce agentes de la Policía Nacional se adentraron en dicha zona verde a través de una puerta trasera, que da al cauce del Río de Oro. Según aclararon los vecinos, esa entrada no tiene el cerrojo echado durante el horario de apertura del parque.
En palabras de este testigo, los agentes entraron portando material antidisturbios, realizaron varios disparos con pelotas de goma y procedieron a cerrar la reja principal de acceso al parque, dejando en el interior del recinto a numerosos vecinos, menores de edad incluidos. Una vez controlados los accesos, los policías comenzaron a identificar a los que se encontraban en el interior del parque.
A.A.M. afirmó a este periódico que fue brutalmente empujado hacia un muro por uno de los agentes, lo que le provocó una herida en la cabeza. Además, señaló que cuando entregó su Documento Nacional de Identidad (DNI), el policía se lo devolvió arrojándoselo despectivamente al rostro. “Me agarró del cuello a gritos y me puso contra la pared pidiéndome que estuviera quieto. Yo quería salir del parque, no sé por qué nos dejaron allí encerrados. Al otro lado de la reja estaban mis hermanos chillándole al policía que me dejara en paz”, detalló.
Otro de los vecinos afirma que los trataron “como a perros” y que los agentes comenzaron a disparar bolas de goma pese a que el parque estaba lleno de niños. “Esto no es Palestina, es Melilla. Un trabajador de la limpieza tuvo que llevarse a los pequeños que estaban jugando lejos de la Policía para que no ocurriera una desgracia”, añadió.
La entrada de los agentes fue el detonante de los disturbios, ya que los vecinos “reaccionaron en defensa propia”, según los propios habitantes del barrio. “Vinieron a la puerta de nuestra casa y nos faltaron el respeto. ¿Esperaban que la gente se quedara de brazos cruzados? Si están agrediendo a nuestros familiares y amigos no nos vamos a quedar quietos”, añadió.
Disturbios en la rotonda
Aunque la actuación policial sembró el nerviosismo entre los habitantes del barrio, los vecinos subrayaron que la quema de contenedores y el lanzamiento de cocteles molotov no tuvieron lugar en La Cañada, sino en la parte baja, cerca de la rotonda que da acceso a la carretera de Hidum y la urbanización Las Palmeras. “Eso no es La Cañada. Cada vez que ocurre algo malo apuntan hacia nosotros, tenemos muy mala fama. Aquí lo que hay es mucha pobreza, pero vivimos en paz. Incluso cuando en otras ocasiones la Policía hace rondas de identificación en el parque no hay problemas de ningún tipo”, añadieron.
¿Planes de Empleo? Mentira
En cuanto a las voces que apuntan a que los Planes de Empleo fueron el detonante de lo ocurrido, los vecinos consultados por este periódico lo tienen claro: “Es mentira”. No obstante, se deja entrever cierto descontento con la lista de seleccionados, aunque afirmaron tajantes que ese “es un tema aparte” y que lo ocurrido el jueves estuvo motivado por la brutal intervención de la Policía Nacional. “¿Quién dice que hubo gritos por los Planes de Empleo? Es una excusa, una mentira”, insistieron.
Fuentes policiales consultadas en la jornada de ayer por El Faro señalaron que habitualmente se realizan rondas de inspección en el parque de La Cañada, aunque hasta la fecha no se habían notificado incidentes de ningún tipo. En cuanto a la intervención del pasado jueves, desde Delegación del Gobierno señalaron a este periódico que se ceñían a la información proporcionada a los medios de comunicación ese mismo, en la que aseguraban desconocer las causas concretas de los altercados.
Los vecinos piden una reunión con el delegado.
El presidente de la Asociación de Vecinos de La Cañada, Abd El Krim Mohan, señaló en la jornada de ayer a este periódico que mañana solicitará una reunión con el delegado del Gobierno para aclarar lo ocurrido el pasado jueves y hablar sobre posibles soluciones para que lo sucedido no vuelva a repetirse. “Llevo meses intentando hablar con Abdelmalik El Barkani sin conseguirlo”, lamentó. “Quiero que venga al barrio y vea con sus propios ojos cómo está la cosa”.
Asimismo, el presidente de la Asociación de Vecinos afirmó que lo sucedido no guarda relación con los Planes de Empleo de la Ciudad Autónoma, aunque no ocultó que el paro es uno de los principales problemas en el barrio y que hay pocos vecinos seleccionados en las listas. No obstante, señaló que ese es un tema al margen de lo ocurrido el jueves, al igual que afirmaron a este periódico los vecinos y testigos que presenciaron lo ocurrido el pasado jueves en La Cañada.
“Lo más urgente en el barrio, un taller de empleo”.
Sobre el proyecto de desarrollo de los distritos IV y V que el Ejecutivo local anunció a comienzos de la actual legislatura, Abd El Krim señaló que ya hay proyectos en marcha. “No nos queda otra cosa que tener paciencia”, subrayó. En palabras de Abd El Krim, lo más apremiante para el barrio es construir una escuela taller.
En este aspecto, los vecinos dejaron claro que las infraestructuras de La Cañada dejan mucho que desear y que hay instalaciones, como es el caso de las tuberías de suministro de agua, que dejan al barrio “a la altura del tercer mundo”.