Abril ha traído consigo una reducción de 33 personas de las listas de desempleo del Servicio Público. Es decir, estamos hablando de una bajada del 0,4% con respecto al mes anterior y un número total de 7.783 parados. Se recupera así la tendencia positiva que habíamos visto en los primeros meses del año a excepción de marzo (el paro subió un 2,4%) pero lejos todavía de la media española, situada en un 2,8%.
Que descienda el número de parados es muy positivo. Hay que tener en cuenta que esto del desempleo no es una cuestión de cifras sino que hay personas detrás, ciudadanos que necesitan trabajar y tener un sueldo al mes para poder vivir dignamente. Por eso y no por los números es tan importante que se creen puestos de trabajo, cuantos más, mejor.
A pesar de que cualquier bajada en las listas del paro es una buena noticia, los poderes públicos en Melilla no pueden dormirse en los laureles ni pecar de triunfalistas. Queda todavía para equipararnos con la media nacional en creación de puestos de trabajo. Sabemos que la situación económica de la ciudad no es boyante, no es la mejor coyuntura para ofrecer puestos de trabajo y por eso es imprescindible ya que los gobiernos, tanto central como local, pongan en marcha sus respectivos planes que modifiquen esta realidad económica por la que estamos atravesando.
Seguimos a la espera de ver qué frutos da de sí el Plan Integral del Gobierno central que debe estar listo a finales de verano y que servirá como herramienta para emplear los fondos europeos. Faltan aún entre tres y cuatro meses y si la frontera no abre, urge pasar de las buenas palabras a los hechos. Tenemos un Plan Estratégico del Gobierno local aprobado desde el otoño pasado sin que desde Madrid hayan destinado dinero a su grandes propuestas.
A pie de calle, los melillenses confiesan que no llegan a fin de mes; que no saben cómo ahorrar, que el dinero se les va como el agua.
Nos encontramos con que los planes siguen siendo más una voluntad que una realidad y que la frontera permanece cerrada. Dos de nuestras grandes salidas económicas están taponadas todavía y no tienen fecha tope con la que marcar un horizonte. Aún así se han creado nuevos puestos de trabajo con lo que, de ponerse en marcha medidas de reactivación, podrían ser muchos más los melillenses que consiguieran tener un empleo con el que poder sostenerse o sostener a su familia. Y, sobre todo, en el caso de las mujeres, que en esta ciudad siguen siendo las grandes perjudicadas por el paro.
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