Un hombre ha sido acusado de un delito de conducción temeraria por circular en ciclomotor por una acera llena de peatones. Cuando la Policía Local le dio el alto, se dio a la fuga, no sin antes intentar atropellar a uno de los agentes. Al ser atrapado, forcejeó con los funcionarios y los agredió antes de que pudieran reducirlo, lo que implica un delito de atentado. Por cada una de esas conductas, el Ministerio Fiscal reclama dos años de prisión.
Estaba previsto que el juicio se celebrara ayer en el Juzgado de lo Penal número 2. Sin embargo, el inculpado no pudo comparecer, al encontrarse cumpliendo condena por otro delito en Sevilla. La vista no le fue notificada con la suficiente antelación, lo que hizo imposible su traslado a Melilla. Así, se fijó el próximo 19 de enero como fecha para el nuevo juicio.
Suspendido y aplazado
La fiscal solicitó que el juicio fuera suspendido al pedir en su escrito de acusación penas que sumaban cuatro años, lo que hace imposible que la vista se celebre en ausencia del acusado. La ley sólo permite que el proceso transcurra sin que comparezca el inculpado cuando la condena demandada sea inferior a dos años.
Los hechos a juzgar sucedieron el 17 de agosto de 2014. En esa fecha, el acusado se subió a con el ciclomotor que conducía a una acera repleta de peatones en la calle General Gotarredona, junto al barrio de la Victoria. El inculpado marchaba “a gran velocidad”, lo que puso en peligro a las personas que transitaban por la zona.
Una patrulla de la Policía Local acudió al lugar del suceso y le dio el alto al individuo, quien hizo caso omiso. Según explicó la juez, el acusado “levantó la rueda delantera” de la moto y se dirigió contra uno de los agentes “con la clara intención de atropellarlo”. No obstante, el policía consiguió esquivarlo.
Acto seguido, el motorista emprendió la huida hacia la carretera de Alfonso XIII. Tras abandonar la moto, intentó escapar a pie, pero fue interceptado por los agentes. No obstante, opuso resistencia, forcejeó con ellos y los agredió antes de que lo sujetaran y arrestaran.
Ciclomotor sustraído
El ciclomotor había sido sustraído, aunque no ha podido probarse si quien hurtó sus llaves fue el inculpado (quien, por cierto, carece de permiso de conducción).
Aparte de los dos años de cárcel solicitados por la fiscal por conducción temeraria y los otros dos por atentado a la autoridad, el presunto autor de los hechos se enfrenta a otros seis meses por conducir sin licencia y a una multa de 12 meses, a un pago de 10 euros diarios (lo que suma 3.600 euros) por el hurto de uso del ciclomotor.
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