Ocurrió el jueves sobre la una de la tarde. Una persona mayor, en silla de ruedas, que había ido a una consulta con su médico, quedó inmovilizada en la segunda planta del centro de salud de Polavieja.
El ascensor no funcionaba y el fallo mecánico le obligó a esperar alrededor de una hora con la esperanza de que llegara un operario y lo pusiera en marcha. Era su única salida porque, en su estado, le es imposible abandonar el edificio por las escaleras.
Sesenta largos minutos después, esta persona mayor optó por llamar a su hijo, un agente de Policía, que pidió ayuda a dos camilleros del centro de salud para que le echaran una mano para bajar a us padre en la silla de ruedas y le dijeron que no, que no le podían ayudar. Pero no fueron los únicos que se quedaron impasibles viendo cómo esta persona, se aferró a la silla de ruedas de su padre y lo bajó por las escaleras.
“Lo pasamos bastante mal en el centro de salud de Polavieja. El ascensor estaba averiado y bajé la silla de ruedas de mi padre tres pisos yo solo y ni médicos, ni enfermeros, ni auxiliares, ni guardia jurado, ni subalternos... nadie hizo el amago de ayudarme”, comenta el afectado a El Faro.
Para rematar, el personal sanitario consultado por este usuario le dijo, según comenta a El Faro, que en caso de incendio tampoco podrían hacer nada por su padre, sólo llamar al mecánico del ascensor.
“Cuando ya nos íbamos, pasé por el piso donde está el mostrador y vi a siete u ocho personas mirando cómo bajaba a mi padre en brazos y nadie hizo por ayudarme. A mi madre le dijeron que no lo tenían permitido. Sé que ha sido un caso puntual, pero cuando hay una persona inválida, hay que echar una mano”, concluyó.
Ingesa: “No hay ninguna orden de no prestar ayuda”
El Faro consultó ayer el caso del lector de este periódico que tuvo que bajar en brazos a su padre en silla de ruedas tras la avería del ascensor del centro de salud de Polavieja. Desde el Ingesa negaron que existiera orden alguna de no ayudar a bajar a un usuario discapacitado por las escaleras. Sí reconocieron que en este caso hubo reticencias, porque se trataba de una persona corpulenta. Además, señalan que se advirtió a la familia de que ya había un operario arreglando el ascensor.
La segmentación geográfica no funciona. Compruebe si la geolocalización IP está habilitada en su cuenta…
En la obra pictórica presente en Melilla de escultor y pintor Pepe Gámez (Melilla, 20…
Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un asunto que nos interpela, casi en igual medida,…
De Galicia al Mediterráneo Si vemos la imagen de una colonia de percebes (Pollicipes pollicipes)…
Dedicaba el diario El País dos páginas de su publicación dominical del pasado domingo, 4…
Queridísimos; Si algo caracteriza a la señora Díaz Pérez (doña Yolanda, "Yoli", "Yoli O' Trapiño"),…