Editorial

Urge saber el alcance de la bonificación del transporte de mercancías

Los alimentos en Melilla vuelven a experimentar una subida de precios superior a la que se ha producido en el resto de España con un 5,2% en lo que llevamos de 2023. El encarecimiento en la cesta de compra es un peaje demasiado caro para los melillenses, que empiezan a ver en el pescado y en la carne artículos de lujo que ya no se pueden permitir tan asiduamente como antes.

Decir que con la alimentación no se juega suena a tópico pero es una gran verdad. Hay muchas familias aquí que lo están pasando realmente mal para poner comida en la mesa tres veces al día. Desgraciadamente, no son pocos los casos en que hay solo dos y los pequeños marchan al colegio sin tomar siquiera un vaso de leche.

Mientras asistimos a esa subida sin tope del precio de los alimentos, seguimos esperando que el Gobierno publique el Real Decreto por el que se bonifican al 50% determinadas mercancías. Esto es lo mismo que decir que no sabemos a qué productos se aplicará la subvención aunque, de principio, se puede descartar ya la cesta de la compra.

El presidente de la Confederación de Empresarios, Enrique Alcoba, llamaba recientemente la atención sobre ese detalle y advertía, precisamente, que los alimentos se quedaban fuera de la bonificación. En consecuencia, no habrá abaratamiento porque los costes del transporte seguirán siendo los mismos.

A la vista de la situación económica que atraviesa la ciudad, lo menos que se podía pedir al Gobierno es que los alimentos se consideraran como algo prioritario en ese decreto de subvención. De hecho, es el sector en el que más han subido los precios que, según Alcoba, están entre un 20 y un 25% por encima de su coste habitual en Melilla.

Ya que tampoco se soluciona de alguna forma la reapertura de la aduana comercial para que pudieran entrar productos frescos desde Marruecos que contribuyeran a rebajar la inflación en la comida, Madrid tiene una oportunidad de oro para ayudar de verdad a los melillenses: incluyan los alimentos en la subvención al transporte de mercancías.

La ciudad necesita un respiro, los ciudadanos nos lo merecemos porque cargamos sobre nuestras espaldas una situación de extrapeninsularidad que apenas si tiene compensación real, en el día a día, y que, por supuesto, no nos hace iguales al resto de los españoles.

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