Guerra censura, entre otros, el gasto “banal” que realiza la Viceconsejería de Turismo
El coordinador local de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), Emilio Guerra, asegura que la Ciudad Autonóma “despilfarra y no es nada eficiente”, tras el análises de un estudio realizado por su fundación –Progreso y Democracia– sobre el coste del Estado Autonómico.
En un comunicado de prensa, el líder magenta comentó que “el enorme gasto autonómico, no justifica los servicios públicos que recibimos los ciudadanos en contraprestación, sobre todo en Melilla”.
Además, asegura que “la duplicidad de organismos y la proliferación de empresas públicas, sociedades, patronatos, fundaciones etc., inundan el mapa autonómico español, que contaba en el 2006 con 3.277 entidades de ese tipo”. El upedista, significó la “enorme dificultad de controlar y fiscalizar convenientemente esos organismos”.
“No tenemos una ley –abundó Guerra– que garantice la transparencia de las cuentas públicas en las CCAA y ciudades autónomas, como tampoco podemos tener un conocimiento exacto y oficial del déficit, y cuando aparecen algunos datos al respecto, siempre están bastante desfasadas en el tiempo, con lo que es imposible efectuar ajustes”. En opinión de Guerra, “la opacidad es manifiesta y por tanto, terreno abonado para las irregularidades”, sentenció.
En este contexto y basándose en los datos del informe, el upedista califico de “parciales e interesadas” que algunas interpretaciones al respecto.
Para Guerra, la externalización y subcontratación de servicios públicos, “es una práctica abusiva común, y prueba de ello, la tenemos en Melilla, donde son innumerables los acuerdos, convenios o subvenciones con empresas o ONGs para su realización”.
Así recordó que “aún cuando esas entidades dependen exclusivamente en su financiación de esas partidas, su contabilidad es privada y por tanto, fuera del alcance fiscalizador público”.
Centrándose más en la administración local, dijo que con 241 millones de euros de presupuesto para el 2010, “despilfarra” buena parte de nuestros recursos y puso como ejemplo la viceconsejería de Turismo, “que gasta más de dos millones de euros en banalidades o ferias y ahora se dedica a abrir oficinas a un precio escandaloso, que merecería una investigación profunda”.