El líder del partido, Emilio Guerra arremete contra la Consejería de Bienestar Social “por intentar dejar a varios melillenses en la calle a cambio de una mísera propina".
Varapalo por parte de Unión, Progreso y Democracia (UPyD) a los servicios sociales de la Ciudad, ya que ayer el coordinador del partido de Rosa Díez en Melilla, Emilio Guerra, criticó duramente la situación que están viviendo tres familias residentes en el albergue de San Vicente de Paul y sobre las que pesa un orden de desahucio.
El upedista dirigió sus críticas a la Consejería de Bienestar Social, a la que acusó de no preocuparse de las necesidades de los melillense. “Estamos hablando de unas familias que tienen que cargar con la responsabilidad de siete menores de edad”, añadió Guerra, “y a las cuales no se les está dando ninguna alternativa para abandonar el albergue, ya que no tienen donde ir”.
Al hilo, señaló que no le sirve la excusa de que la estancia en San Vicente de Paul sea una medida temporal, ya que considera que no se les ha proporcionado herramientas a estas familias para que puedan buscarse una vivienda propia. “Les han ofrecido 1.500 euros para abandonar el hostal, una limosna con la que no pueden hacer nada”, añadió el líder de UPyD, quien subrayó que los afectados están viviendo en dicho hostal “por causas mayores”, ya que todos perdieron su casa por algún tipo de infortunio, como es el caso de Fátima Zohra, que vio como su domicilio ardía por completo el pasado mes de diciembre.
Así las cosas, Guerra no titubeó a la hora de asegurar que los servicios sociales que garantiza la Ciudad Autónoma son fallidos y deben ser revisados, ya que considera evidente “que no funcionan”.
“Pese a que la Consejería de Mª Antonia Garbín ha aumentado su presupuesto para este año, se muestra incapaz de dar amparo a los melillenses”, aseguró, “no queremos hacer política con esta situación, sino que la Ciudad Autónoma ayude justamente a estas personas”.
Audiencia fallida
En cuanto a los afectados, que acompañaron al upedista durante su intervención ante los medios de comunicación, señalaron que habían requerido una reunión con el presidente autonómico, Juan José Imbroda, para dar cuenta de su situación, pero que éste se había negado a recibirles hasta el momento.
“En el albergue nos presionan para que lo abandonemos cuanto antes, y han llegado a decirnos que tenemos las horas contadas en el lugar”, lamentaba una de las afectadas. Por tanto, a Guerra no le quedó más que conminar a Bienestar Social a que se hagan cargo de estas familias “como merecen”, al tiempo que le recomendó “que cambie su línea de actuación, porque está claro que no sirve para ayudar a los melillenses”.