Siete centros docentes de Melilla estuvieron representados en este certamen en el que los estudiantes debían incluir un mensaje secreto como elemento inspirador.
Con cara de sorprendidos acabaron los 60 alumnos cuando la responsable del concurso de jóvenes talentos de Coca-Cola para Málaga y Melilla, Yolanda Castillo, les anunció que dentro de su relato corto debían incluir un mensaje secreto que les fue dado en un sobre. ‘Cuídate. La pintora puede dar contigo, dispone de una lupa increíble’ es la frase que debía inspirarlos para componer el relato y que además, debía aparecer dentro de los dos folios que cómo máximo podían escribir estos talentosos estudiantes.
Castillo agradeció a los profesores el interés que habían puesto para presentar este concurso a sus alumnos y por haberles animado a que un viernes por la tarde escribieran para Coca-Cola un relato improvisado en dos horas.
Con este juego de tintes policíacos se ha pretendido estimular su creación al máximo y conseguir que las composiciones adquieran una deriva más absurda.
Los autores de los mejores relatos de Melilla tendrán la oportunidad de participar en un viaje literario al extranjero. Además, el centro escolar al que pertenece cada uno de los 17 finalistas recibirá un lote tecnológico destinado a su uso educativo.
Entre estos alumnos seleccionados en esta última fase, el jurado nacional, formado por importantes especialistas del centro de Literatura Aplicada de Madrid Función Lenguaje, hará una selección de seis finalistas que recibirán un curso de escritura creativa impartido por Función Lenguaje.
Por otro lado, el concurso de Coca-Cola Jóvenes Talentos continúa su apuesta por las nuevas tecnologías a través de la modalidad del Premio de Vídeo-relato, que cuenta ya con su quinta convocatoria.
Los alumnos que quieran participar podrán realizar sus propuestas hasta el 15 de mayo, también de la mano de su profesor, y así optar a conseguir su propia cámara de vídeo. El reto de este premio consiste en grabar con cualquier aparato que lo permita, desde un teléfono a una cámara, un relato de entre cuatro y 60 segundos de duración. El tema es libre, pero en esta edición se propone un estímulo para la creación, que consiste en introducir en algún momento del metraje un plano detalle de un avión del papel aterrizando.