Unos 300 fueron desde los asentamientos de Farhana hasta la zona de Villa Pilar y otros 50 se acercaron a la zona de Barrio Chino
Unos 350 inmigrantes de origen subsahariano intentaron ayer aproximarse a la valla de Melilla divididos en dos grupos, un objetivo que no consiguió ninguno de ellos gracias al despliegue policial que se desarrolló tanto en el lado español como en el marroquí.
Según informaron fuentes policiales, sobre las 5:00 horas se avistó a un grupo formado por unas 300 personas que se dirigía desde los asentamientos de la localidad marroquí de Farhana en dirección a la valla, en concreto, por la zona cercana a Villa Pilar, próxima al aeropuerto. Ante la presencia del grupo de inmigrantes, la Guardia Civil activó el protocolo antiintrusión, que contó con el refuerzo desde el aire del helicóptero del instituto armado, así como de agentes de la Comandancia de Melilla y miembros de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS).
A dos kilómetros de este lugar, en las inmediaciones del puesto fronterizo de Barrio Chino, aprovechando la presencia de viviendas junto al perímetro, otro grupo de unos 50 subsaharianos intentó acercarse a la valla, aunque fueron contenidos por las autoridades marroquíes, según esas fuentes.
La presión migratoria que sufre Melilla desde el año 2012 no cesa, ya que, casi a diario, se producen avistamientos de grupos de inmigrantes, lo que mantiene en alerta constante a la Guardia Civil. En 2014, alrededor de 2.200 subsaharianos consiguieron acceder a la ciudad autónoma a través del vallado de unos 19.000 que lo intentaron.
Un intento más
Fue el pasado domingo cuando se produjo otro intento de entrada por la valla de Melilla por parte de un grupo de unos 400 inmigrantes subsaharianos, pero ninguno consiguió su propósito gracias al fuerte dispositivo policial desplegado por la Guardia Civil. Según informó la Delegación del Gobierno en una nota de prensa, el intento de aquel día se produjo sobre las 05:30 horas, cuando los inmigrantes lograron superar el despliegue de las fuerzas auxiliares marroquíes tras lanzar piedras contra sus agentes, según dijo entonces la Delegación del Gobierno.
Parte de los inmigrantes lograron así acceder al vallado melillense por la zona próxima al paso de Beni-Enzar, que momentáneamente quedó cerrado mientras se controlaba el intento de salto.
En torno a un centenar de inmigrantes consiguió encaramarse a las vallas exterior e intermedia del perímetro fronterizo, pero fue contenido por los agentes de la Guardia Civil, que ya había desplegado un fuerte operativo con unidades de la Comandancia de Melilla y de la Agrupación de Reserva y Seguridad (ARS).
En este intento de entrada no se registraron heridos, si bien la Guardia Civil tuvo que prestar auxilio a las Fuerzas de Seguridad de Marruecos, que pidieron refugiarse en la zona del entrevallado “para resguardarse de las piedras que los inmigrantes lanzaban contra ellos”, siempre según la Delegación.