Unos 120 inmigrantes asaltan la valla y 40 de ellos logran entrar por Arroyo Farhana

Prodein asegura que ayer al menos un subsahariano murió de la parte marroquí de la frontera.

Alrededor de 120 inmigrantes protagonizaron ayer un intento de entrada masiva a Melilla a través de la valla. Sólo un tercio del total, unos 40 subsaharianos, consiguió entrar en la ciudad.
Fuentes de la Delegación del Gobierno aseguraron ayer, poco después del asalto, que esta avalancha de inmigrantes se produjo a las 14:35 horas en la zona conocida como Arroyo Farhana, muy cercana al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), adonde se dirigieron a la carrera los inmigrantes que consiguieron superar la doble alambrada.
El sistema de vigilancia fronteriza de la Guardia Civil impidió, según la Delegación del Gobierno, que lograra entrar un mayor número de inmigrantes.
Aunque desde la ONG Prodein aseguran que al menos un inmigrante falleció ayer del lado marroquí de la frontera en el intento de asalto masivo a la valla de Melilla, desde la Delegación del Gobierno afirman que no tienen constancia de que se hayan registrado heridos entre los subsaharianos ni tampoco entre los agentes que participaron en el despliegue que repelió el asalto.
Al parecer fueron los propios inmigrantes que saltaron la valla los que al llegar al CETI comentaron a sus compañeros que habían fallecidos dos personas por disparos de los militares marroquíes que custodian la frontera.

Por un sitio con concertina
En las inmediaciones de la zona donde ayer se registró el intento de entrada masiva de inmigrantes se estaban llevando a cabo la semana pasada los trabajos de instalación de la concertina y malla antitrepa para disuadir las avalanchas de subsaharianos.
Hay que recordar que el último intento de entrada de inmigrantes a Melilla se produjo en la madrugada del pasado día 20, cuando un millar de inmigrantes se aproximó a la valla de Melilla en fila india, aunque ninguno de ellos consiguió su propósito de entrar a la ciudad autónoma.

El CETI, hasta los topes
El asalto a la valla de ayer por Arroyo Farhana ha provocado que el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) se sitúe en cerca de 900 extranjeros irregulares acogidos, la misma cifra que había a principios de semana y que se consiguió reducir por la salida de un grupo de inmigrantes hacia centros de la península.
Fuentes de la Delegación del Gobierno subrayan que el censo de acogidos ayer por la mañana en el CETI superaba ligeramente los 850 inmigrantes que, sumados a los alrededor de 40 que entraron en el asalto registrado por la zona de Arroyo Farhana, elevan la cifra a casi 900 personas.
El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, reconoció ayer que la cifra de acogidos en el CETI supera con creces el nivel de ocupación óptima del centro, que es de 480 plazas, por lo que los 900 inmigrantes que acoge actualmente exceden en casi el doble esa capacidad máxima.
“Nos gustaría a todos estar en el número óptimo, pero la gran presión migratoria nos impide ese dato de 480”, señaló Abdelamalik El Barkani. El delegado recordó además que el CETI fue una de las respuestas que dio el Gobierno de España a finales de los años 90 para responder ante esa presión que sufre Melilla.
El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes permite dar “el mejor de los tratamientos posibles a todas esas personas” que llegan a Melilla en situación irregular, a pesar de que el primer objetivo es “intentar evitar la inmigración clandestina”, recalcó El Barkani.
A pesar de la sobreocupación del centro, que durante todo el año está un 60 o un 70% por encima de su capacidad máxima, el delegado apuntó que la prestación que se da a los inmigrantes es “digna y muy buena”.
La Delegación del Gobierno programa periódicamente, casi todas las semanas, remisiones de inmigrantes a centros de acogida de la península gestionados por ONGs colaboradoras con el Estado e incluso a Centros Internamiento de Extranjeros (CIEs), que suele ser el paso previo a la devolución a los países de origen.
De esta manera, la Delegación del Gobierno procura que el CETI de Melilla sea un centro de estancia temporal, evitando que se den casos de acogida en la ciudad autónoma durante varios años a la espera de que se resuelva la situación irregular del inmigrante, subrayan desde la institución.

El Barkani rechaza la propuesta socialista de los drones porque dice que ya hay helicóptero

El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, rechazó ayer la propuesta del PSOE de sustituir las cuchillas en la valla por drones o aviones no tripulados, ya que la tarea de vigilar desde el aire el perímetro fronterizo ya la efectúa el helicóptero de la Guardia Civil.
A preguntas de los periodistas, El Barkani recordó que el helicóptero está en Melilla “ininterrumpidamente” desde finales de mayo, lo que se suma a los refuerzos de dos Módulos de Intervención Rápida (MIR) de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) del instituto armado, especializados en el control de masas.
El Barkani apuntó además que el helicóptero permite ver cómo están las circunstancias del perímetro y sus inmediaciones en cada momento para comprobar si hay movimientos de inmigrantes intentando acercase a la valla “y a partir de ahí tomar una decisión”, que suele ser la de activar el protocolo con la Gendarmería marroquí para “intentar que no entren”.
Eso es lo que ocurrió, por ejemplo, en la madrugada del pasado día 20, cuando las cámaras térmicas del helicóptero captaron la imagen de un millar de subsaharianos acercándose a la valla en fila india.
Este detalle valió de argumento a El Barkani para aclarar que la vigilancia aérea “no disuade” los intentos de entrada, razón por la que el delegado del Gobierno rechazó la propuesta registrada por el PSOE en el Congreso de los Diputados para que las cuchillas sean sustituidas por drones, radares tecnológicos o señales lumínicas.
“¿Y qué hace un objeto volador no identificado sin piloto? ¿Es que no lo está haciendo ya el helicóptero?”, preguntó El Barkani a la formación socialista para argumentar su desacuerdo con la propuesta planteada.

En defensa de la concertina
Una vez más el delegado del Gobierno defendió ayer la concertina porque “es una medida disuasoria que intenta prevenir la entrada ilegal” de inmigrantes. Aunque esta vez añadió que esta medida debe unirse a otras, como una política común de la Unión Europea para la cooperación con los países de origen y la lucha conjunta contra las mafias.
En esta línea, El Barkani lamentó que el debate “sea hablar de la concertina” cuando a su juicio, debería centrarse en combatir a las mafias que trafican con inmigrantes si lo que se pretende es “ir al problema”, ya que esas redes son las responsables de los flujos y son “quienes manejan los hilos de esta inmigración irregular”.