“Uno se pregunta cómo, a día de hoy, es posible no creer en Jesús”

Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu inauguró ayer con su pregón la Semana Santa de Melilla

Hace unos cuatro meses que se le hizo al ex comandante general de Melilla y cofrade de honor de la Cofradía Castrense de Nuestro Padre Jesús Humillado y María Santísima de la Piedad, Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu, la propuesta de ser pregonero en esta Semana Santa. En consecuencia, ayer se subió al atril de la iglesia del Sagrado Corazón y, con mucha emoción, invitó a reflexionar sobre la vida, la muerte y la resurrección de Jesús. Afirmó que aceptar la responsabilidad de pronunciar este pregón, con todo el honor que le causaba, no dejaba de ser un acto de osadía: “Aquí me tienen, un vasco sin antecedentes de pertenencia a movimiento cofrade alguno, haciendo de pregonero en la Semana Santa de Melilla”.

Díaz de Otazu, pese al carácter reservado al que hizo referencia, se abrió ante una iglesia abarrotada de personas para mostrar su extrañeza ante quienes no comparten su fe en el Señor. “Uno se pregunta cómo, a día de hoy, es posible no creer en Jesús”, dijo con sinceridad. Es por ello que, al parecer del pregonero, es misión de todos los cristianos extender su palabra. “Seamos testigos de su sacrificio, del mensaje que nos legó de ser conscientes de nuestra condición de hijos de Dios y contagiemos nuestra convicción a los que viven a nuestro alrededor y aún no la comparten con nosotros”, animó a todos los presentes en el templo.

El pregonero reconoció que, cuando todavía era un niño y estudiaba en el Colegio de los Hermanos de las Escuelas Cristianas de San Juan Bautista de la Salle de Bilbao, participó en unos ejercicios espirituales en los que aprendió una lección que para él ha sido vital. No olvidará estos ejercicios por una razón: allí llegó a una conclusión que, según incidió ayer, siempre le ha ayudado mucho. “Recuerdo una frase que nos transmitió el sacerdote director. Decía simplemente: Cristo y yo, mayoría absoluta”, rememoró. “Créanme que, a mis 60 años largos, sigo creyendo en esa máxima a pies juntillas ya que, simplemente, funciona”, compartió.

Aunque nació en Bilbao, como buen melillense adoptivo que es, puso en valor la belleza de la Semana de Pasión que se vive en nuestra ciudad. Así, animó a reflexionar el Domingo de Ramos al paso del trono de La Pollinica por el Parque Hernández e invitó a compadecernos “de nuestra insensibilidad” cuando veamos a Jesucristo maniatado en la tarde del Lunes Santo recorriendo nuestras calles en la procesión de La Sentencia.

Del mismo modo, Díaz de Otazu señaló que el Martes Santo se asistirá al Desagravio y la posterior procesión de Jesús Humillado, desde la Parroquia Castrense de la Inmaculada Concepción. “Saludemos llenos de arrepentimiento la imagen de Nuestro Padre Jesús de Nazareno mientras carga con su cruz seguido por su madre María Santísima de los Dolores, Nuestra Señora de las Lágrimas, a su salida desde la Plaza de Toros de nuestra ciudad en la tarde del Miércoles Santo”, continuó diciendo.

Del Jueves Santo, el pregonero destacó el momento de la salida del Cautivo y la Virgen del Rocío, que presidirán la liberación del preso a las diez de la noche en la Avenida Juan Carlos I. Esa tarde, subrayó, también se presentará “la bella imagen” del Santísimo Cristo de la Paz saliendo de su hermandad, en la Iglesia del Sagrado Corazón.

“Todo se torna silencio y dolor en la noche del Viernes Santo con la salida de la Virgen de la Piedad y el Cristo de la Buena Muerte desde la Parroquia Castrense”, expresó Díaz de Otazu. “El sábado se convierte en compás de espera y recogimiento en vigilia a la espera de que en la mañana del domingo se produzca el feliz acontecimiento de la resurrección”. Para el pregonero, fiel y orgulloso de nuestra Semana Santa, este día los melillenses tenemos la oportunidad de reflexionar en el “venturoso y feliz encuentro” entre Jesucristo y la Virgen del Rocío, que tendrá lugar en el centro neurálgico de nuestra ciudad, la Plaza de España.

Guevara: “La elección de Díaz de Otazu como pregonero me llenó de alegría”

Antes de que tomase ayer la palabra el ex comandante general Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu, lo hizo Antonio Guevara, quien tuvo el honor de ser pregonero de la Semana Santa el año pasado. “Con la elección del pregonero sentí una gran alegría, porque va a tener la suerte de vivir este día como lo hice yo”, manifestó. Guevara aseguró que nuestra ciudad siempre tendrá mucho que agradecer a Díaz de Otazu, quien nació en Bilbao en el seno de una familia cristiana. “Siempre buscó un encuentro con Jesucristo y su mensaje y, se produjo, de forma muy intensa cuando, encontrándose en la Academia Militar, con 21 años, fallecieron sus padres en un accidente de tráfico”, contó. “Desde entonces, Jesús le acompaña de una manera perceptible, así como sus padres”, dijo. Al finalizar el pregón, Guevara impuso al general el Nazareno de Plata, con el que se distingue a los pregoneros de la Semana Santa.