“No sólo sirve para los accidentes de buceo sino para tratar otras muchas patologías, como por ejemplo, el pie diabético que se tiene que cortar por culpa de un cuadro de úlceras provocadas por falta de oxígeno, determinadas úlceras que no curan jamás, y otras más hasta un total de 32 patologías que tienen un tratamiento específico con la cámara hiperbárica”, informó el presidente del Colegio de Médicos, Jesús Delgado. La I Jornada sobre Medicina Hiperbárica clausura hoy con la intervención de la médico especialista Isabel Carrillo Becerra las conferencias informativas.
“En nuestra ciudad se llevan a cabo todos los días ejercicios subacuáticos, ya sean de origen profesional o deportivo e indudablemente puede haber en un momento puntual algún trastorno que puede ser origen de una pequeña catástrofe hacia el individuo como es un accidente subacuático que puede generar desde un cuadro de paraplejia a un cuadro de muerte”, indicó Delgado sobre la justificación y motivación de organizar estas jornadas.
Otro de los objetivos es dar a conocer tanto a los facultativos como a la ciudadanía las características de la medicina hiperbárica.
Instalación en Melilla
La instalación de una cámara de este tipo está prevista para finales de octubre o principios de noviembre por parte de una empresa privada, Fornamed. Así, una vez que esté instalada se realizarán unas segundas jornadas para trabajar con ella y que los facultativos sepan todas las posibilidades que tiene este tipo de material, que aunque costoso, muy necesario en un ámbito de tipo marítimo, tal y como destacó el presidente de este colectivo.
La jornada está dirigida a cualquier tipo de especialista ya que son numerosas las patologías que se pueden tratar con este tipo de medicina como los trastornos vasculares o el pie de diabético.
En este sentido, la mejor medida aportada ante los accidentes de buceo es tratar con cámara hiperbárica, ya que “está indicado como tratamiento prioritario tanto para evitar que esta persona que quede parapléjica como en defensa de su propia vida”, aseguró Delgado.
Las conferencias comenzaron ayer con la intervención del médico de la Unidad de Terapia Hiperbárica del Hospital San Joan Despí de Barcelona, Joan Sala Sanjaume, y el especialista y director médico de la Unidad de Terapia Hiperbárica de la clínica El Ángel de Málaga, Ángel Crespo Alonso.
Hiperbárica igual a Medicina
La primera charla impartida en la tarde de ayer trató de situar el papel de la medicina hiperbárica dentro de la medicina, tal y como indicó Crespo, “dejando claro y que no quepa ninguna duda a los profesionales de la medicina y al resto de la población de que esta es una técnica médica establecida, no es una alternativa, ya que está en hospitales tanto privados como de la red pública”. En este sentido, no se trata de una medicina paralela sino una técnica que por su complejidad y aparatosidad no todos los hospitales pueden contar con ella.
En segundo lugar, la conferencia trató el uso de la oxiterapia hiperbárica en los accidentes de buceo, que es el origen de cómo empezó este tipo de medicina.
El final de las ponencias se dedicó a una incisión importante que se debe tener en cuenta en este tipo de terapias como son las intoxicaciones por monóxido de carbono.
“Se trata de pacientes que se encontraban en incendios y presentan una patología por intoxicación de humo y si llegan a tiempo se recuperan totalmente”, explicó Crespo.
Así, si los facultativos son capaces dentro de la cámara de darle 20 veces más oxígeno del que tiene en ese momento consiguen recuperar al enfermo. En este sentido, el experto en medicina hiperbárica indicó que este tipo de accidentes ocurren en más ocasiones de las que pensamos y si el traslado de los bomberos y de los sanitarios se realiza a un centro que cuente con esta terapia, la recuperación del paciente es total y sin secuelas.
Equipo necesario
En el interior de la cámara siempre hay alguien con los pacientes, que puede ser un enfermero o auxiliar, pero el equipo mínimo se compone de un médico, un enfermero, un camarista y el asistente dentro de la estancia.
“En nuestro centro, a menudo, tenemos que hacer dos turnos al día por lo que el personal se debe multiplicar por dos, ya que no se debe entrar en la cámara más de una vez puesto que se está respirando aire comprimido, como si estuviera buceando, y hay que regularlo muy bien”, detalló el doctor Crespo.