La Conferencia Virgen de la Luz organiza una fiesta infantil para 1.120 niños de las familias a las que atienden.
La Conferencia Virgen de la Luz organizó ayer una gran fiesta infantil con chocolate, roscón de reyes y chucherías para todos los niños de las familias a las que atienden a través del banco de alimentos situado en el Tiro Nacional. El objetivo de esta entidad es devolver la ilusión a estos niños que ven como en sus casas hay muchas necesidades provocada en gran medida por la falta de trabajo de sus padres y la crisis económica.
La presidenta de la entidad, María del Carmen Chaparro, aseguró a El Faro que desde el principio deseaban poder entregar a todos estos niños unos juguetes para que no perdieran la ilusión por la llegada de los Reyes Magos; sin embargo, el número de pequeños que dependen de su ayuda era demasiado elevado y para que al menos tuvieran una tarde alegre y divertida, la Conferencia Virgen de la Luz organizó esta fiesta infantil con música y juegos para todos.
Al ser el local de esta entidad muy pequeño para albergar a tantos niños, Envismesa facilitó la construcción de una carpa. Así, se ha contado también con la colaboración de la Consejería de Educación y la Viceconsejería de Festejos.
Entre nueve y diez voluntarios crearon una tarde mágica para estos niños cuya meta era que olvidaran las necesidades que pasan en sus casas.
Chaparro indicó a El Faro que esperaba que en este nuevo año la situación de crisis económica mejorara un poco, sobre todo, para aquellas familias que están pasando muchas dificultades desde hace muchos meses. Así, indicó que la principal tarea de toda la sociedad era contribuir entre todos a que la gente más necesitada pudiera salir adelante.
En este sentido, Chaparro afirmó que desde la Conferencia Virgen de la Luz nunca van a perder la ilusión y la esperanza porque se consiga este deseo y por ello, continuarán ayudando a todas esas personas a las que puedan llegar con su trabajo voluntario.
Esta iniciativa solidaria es una muestra más del esfuerzo de muchos melillenses para que otros ciudadanos puedan sonreír al menos durante unas horas.