Una embarcación en la que viajaban 32 inmigrantes de origen subsahariano fue interceptada en la jornada de ayer por la mañana por el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil a la altura del puerto comercial de Melilla, tras ser avistada en dirección a la costa melillense sobre las 6:30 horas, según informaron desde la Delegación del Gobierno.
La cifra de ocupantes de la patera, todos de origen subsahariano, superaba con creces su capacidad, poniendo “en serio riesgo” su flotabilidad, más aún por las extremas condiciones meteorológicas, pues hay que recordar que durante la jornada de ayer hubo un fuerte temporal de viento que incluso afectó a las conexiones por vía aérea y marítima entre la ciudad autónoma y la península.
El severo estado de la mar, con rachas de aire de fuerza ocho, puso en evidencia “la situación límite y de riesgo innegable a la que son conducidos los inmigrantes por parte de las mafias que trafican con seres humanos”, según apuntaron desde Delegación en nota de prensa.
Asimismo, dicha institución subrayó que la actuación de los GEAS también supuso un serio peligro para los agentes. Su intervención para auxiliar y rescatar la patera, que se encontraba a la deriva, fue crucial para evitar un posible naufragio.
Además, el rescate de la embarcación resultó difícil y arriesgado por la reacción de los inmigrantes, que al ver aproximarse a los GEAS de la Guardia Civil reaccionaron “de forma violenta” e intentaron subirse en grupo a la zodiac de la Guardia Civil, provocándose “una situación de pánico” en la que seis de los subsaharianos cayeron al agua.
Al mar con flotadores
Los agentes de la Benemérita lograron controlar la situación y se lanzaron también al agua para auxiliar a los inmigrantes que se encontraban en el mar. Afortunadamente, los subsaharianos estaban a merced de la olas llevaban flotadores. Según pudo comprobar la Guardia Civil posteriormente, un total de 17 de los 32 ocupantes de la patera portaban estos rudimentarios salvavidas.
Durante el rescate, dos guardias civiles sufrieron contusiones leves por las que recibieron asistencia médica, pero sin necesidad de causar baja para el servicio.
La barca, rajada con un cuchillo
El forcejeo principal se produjo cuando uno de los inmigrantes, armado con un cuchillo, rajó la embarcación en la que viajaban e intentó hacer lo mismo, aunque sin conseguirlo, con la zodiac de la Guardia Civil.
Por tal motivo, el inmigrante, que presumiblemente actuaba como el patrón de la embarcación, pasará en breve a disposición judicial en calidad de detenido como supuesto autor de un delito de desobediencia y resistencia a los agentes de la autoridad y contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.
Una vez en tierra, la Guardia Civil, con el apoyo de Cruz Roja, prestó los primeros auxilios a los inmigrantes. Cinco de ellos fueron trasladados al Hospital Comarcal con síntomas de hipotermia leve salvo complicaciones.
El resto de inmigrantes, todos varones, salvo una sola mujer, y en principio adultos en todos los casos, fueron trasladados primero al Cuartel de la Guardia Civil y después a la Jefatura Superior de Policía en cumplimiento de lo previsto en la Ley de Extranjería, para, una vez identificados, ser conducidos al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), que actualmente alberga a más de 1.300 personas.
En los últimos siete días han logrado acceder a Melilla por cauces irregular unos 397 inmigrantes. La mayor parte de ellos, 364 lo hicieron por la valla que separa España de Marruecos.