El acusado dice le aconsejó que dejara de fumar y ella afirma que le dijo: “Qué pronto voy a enviudar”.
El Juzgado de lo Penal 2 celebró ayer el juicio contra un hombre de unos 60 años, de iniciales J.L.A.P., por un delito de amenazas en el ámbito familiar. La víctima, con la que lleva casado más de siete años, aseguró a la juez que el pasado día 2 de enero mantuvieron una discusión y le dijo en varias ocasiones: “Qué pronto voy a quedar viudo”.
El acusado negó la acusación y explicó que ese día vio que su esposa estaba fumando en la cocina y tosiendo. Fue entonces cuando le “aconsejó” que dejara de fumar, sin que se iniciara discusión alguna. Sin embargo, por la tarde, la mujer le denunció.
La víctima se marchó de la vivienda a la casa de una vecina con la que estuvo tres días, hasta que el juez de guardia dictó una orden de alejamiento. Ambos tienen una hija de dos años en común.
El procesado aseguró que su matrimonio ha sido feliz, pero que, de un tiempo a esta parte, “ella ha cambiado radicalmente. No lo entiendo”. “Yo la he tratado siempre como una señora”, recalcó el acusado. El motivo de dicho cambio, parece ser que viene por la relación de amistad que la víctima tiene con una vecina con la que el marido no se lleva bien.
De hecho, el pasado mes de diciembre, el procesado denunció a esta vecina por los frecuentes insultos que recibe por parte de ella. La vecina en cuestión declaró ayer en el juicio y explicó que si bien ella no ha presenciado las amenazas denunciadas, en la tarde del 2 de enero recibió en su domicilio a la víctima, quien presentaba un estado de ansiedad.
Un amigo del acusado, que declaró como testigo, aseguró que el día antes de las supuestas amenazas estuvo en la vivienda del matrimonio y éste “se lleva bien”. De su amigo destacó que es “una buena persona”, bien valorada en el vecindario y que nunca ha tenido “ningún problema con la justicia ni comportamiento violento o agresivo nunca”. De hecho, confesó que se sintió “sorprendido” al conocer que la mujer había denunciado al acusado por amenazas.
El abogado defensor solicitó la absolución de su cliente, mientras que el Ministerio Fiscal y la acusación particular pidieron una sentencia condenatoria. El caso quedó visto para sentencia.