La frontera de Melilla permaneció cerrada ayer de 17:15 a las 19:40 horas· Según la Delegación del Gobierno, los agentes exigieron documentación y negaron la entrada a “delincuentes”, en su mayoría menores, que provocaron una revuelta del lado marroquí.
La frontera de Melilla con Marruecos por el paso de Beni Enzar permaneció ayer cerrada durante más de dos horas debido a una revuelta que se produjo del lado marroquí cuando los agentes españoles negaron el acceso a la ciudad a varias personas por motivos de seguridad, según explicó ayer el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani.
A partir de ahí se montó “el alboroto”. Eran las 17:15 horas y los individuos a los que se les impidió entrar en Melilla, en su mayoría “menores de edad” conocidos por los agentes de Beni Enzar por su perfil delictivo, colocaron vallas para impedir el paso de peatones y vehículos a la parte española y comenzaron a “lanzar piedras y objetos contundentes” contra la verja española de la frontera.
La versión oficial es que no ha habido heridos, “ni lesión ni nada” y que la parte española no ha empleado material antidisturbios, pese a que hasta Beni Enzar se desplazaron la Unidad de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional, el Grupo de Reserva y Seguridad de la Guardia Civil (GRS) y quince agentes de la Policía Local que estaban ayer de servicio en la ciudad. Esto último lo aseguró a El Faro el consejero de Seguridad Ciudadana, Javier Calderón, que ayer compareció junto al delegado del Gobierno.
El Barkani también niega que el altercado comenzara porque se le pidiera sellar el pasaporte a los marroquíes que intentaban entrar en Melilla por Beni Enzar pese al tratado de buena vecindad que existe entre los países y que permite que los ciudadanos de Melilla y Nador puedan entrar y salir sólo con el DNI en los días laborables.
En definitiva, El Barkani asegura que se ha tratado sólo de un incidente en el que se han visto involucradas unas sesenta personas y que fue controlado sobre las 19:40 horas. Poco después, a las 20:15 horas, el delegado del Gobierno recibía una llamada de la frontera. Le avisaban de que el tráfico había sido restablecido con normalidad.
“Jamás lo permitiríamos”
Aun así, Abdelmalik El Barkani, aprovechó el incidente para lanzar varios mensajes. Primero, a los delincuentes: “Las cosas no se pueden conseguir de esa manera”. Segundo, a las autoridades marroquíes: “Nosotros no permitiremos nunca que desde este lado de la frontera española se lancen piedras a los agentes de Marruecos. Jamás lo permitiríamos. Es inaceptable”.
Y por último, El Barkani se dirigió a los ciudadanos que se vieron perjudicados con el cierre del paso de Beni Enzar: “Quiero que quede claro que los marroquíes sin problemas con la justicia pueden seguir entrando en Melilla con total normalidad. Eso va a seguir siendo así”.
También admitió El Barkani, sin llegar a pronunciar su nombre, que los alborotadores que lanzaron piedras contra la parte española de la frontera encontraron apoyo en Said Chamtri, el activista del Comité para la Liberación de Melilla y Ceuta. “Están arropados por el otro personaje”, reconoció ante la prensa.
Consultado por El Faro sobre dónde estaba la Policía marroquí durante el lanzamiento de piedras a los agentes españoles, el delegado del Gobierno en Melilla se escapó por la tangente: “Yo no estaba allí, pero imagino que estarían intentando tranquilizar a los del otro lado”.
En cualquier caso, El Barkani dejó claro que el hecho de que no se haya permitido la entrada a Melilla de determinadas personas con un perfil delictivo no ha tenido nada que ver con la celebración del Aid El Kebir, sino que, al contrario, debido a esta festividad musulmana, el tráfico ha sido “bastante fluido y no ha habido ninguna excepcionalidad”.
Hasta en dos ocasiones repitió ayer El Barkani lo de que España no permitiría que se le lanzaran piedras a territorio marroquí. Y por si acaso, reiteró: “Los responsables de la Policía de ambos lados deberíamos trabajar para que de uno u otro lado haya paz en nuestras fronteras”.
El delegado del Gobierno se desplazó anoche hasta el paso de Beni Enzar para conocer in situ todo lo sucedido antes de informar a sus superiores de que la frontera de Melilla estuvo cerrada dos horas y cuarto y que hubo pedradas pero ni un solo herido.
“Más de 15 minutos tirando piedras”
El líder sindical de UGT Melilla, Abdeselan Mohamed Anana, vive muy cerca del paso fronterizo de Beni Enzar y anoche aseguró a El Faro que sobre las 17:30 horas se asomó al balcón por el ruido de las piedras que chocaban contra la verja de la frontera. “Así estuvieron hasta quince minutos”, comentó a El Faro. Desde el balcón de su casa también pudo ver la aglomeración de personas en la parte marroquí de la frontera.
Los trabajadores de la limpieza confirman su versión. Según comentó uno de ellos a El Faro, anoche recogieron ayer hasta 60 kilos de piedras y botellas que fueron lanzadas desde la parte marroquí a la zona española. “Las piedras las cogen del río, que está pegado al paso fronterizo. Han sido muchas y bastante grandes”, señalaron a este periódico.
“Están pidiendo el pasaporte”
Mohamed es un musulmán melillense que ayer sobre las 17:15 horas se disponía a pasar a Marruecos y se encontró con que la verja estaba cerrada. Él asegura que había conseguido hablar con personas que permanecían retenidos del lado marroquí de la frontera y que le habían asegurado que todo comenzó porque los policías pidieron a varias personas que sellaran el pasaporte, ignorando el tratado de buena vecindad que existe entre Melilla y Nador. “Se ve que son policías nuevos, que están de prácticas y no saben que hoy es un día especial para la comunidad musulmana, pero que la fiesta fue ayer y que hoy no tenemos que sellar el pasaporte porque es un día laborable más”.
Mohamed aseguró además a El Faro que ayer por la mañana también estaban pidiendo pasaporte en la frontera de Farhana.