La Asociación de Voluntariado de Atención al Mayor en Melilla organizó ayer su tradicional paella para las personas residentes en la Gota de Leche. De esta forma, ofrecieron una comida diferente y al aire libre, una actividad que agradecieron todas personas mayores que participaron, alrededor de 100, que no dejaron ni un grano de arroz sobre el plato.
Desde las 9:00 horas estaban las voluntarias organizando las mesas, sillas, carpas y las viandas que iban a ofrecer en la comida, como las clásicas aceitunas y los langostinos, aunque no comenzaron con las tres grandes paellas hasta las 11:00 horas.
“El secreto nos lo traemos de casa”, aseguraron mientras que daban los últimos toques al arroz, y esto se debe a que el sofrito lo preparan cada voluntaria a su gusto. En este sentido, muchos de los ingredientes los aporta el centro Gota de Leche y otros las propias voluntarias, un grupo de alrededor de 35 personas.
En otras ocasiones, para este día especial se ha contado con la colaboración de la Banda de Música para amenizar el almuerzo y animar a los mayores, pero este año se ha tenido que retrasar su actuación hasta hoy porque tenían otros compromisos.
Este grupo de voluntarias hacen que el centro tenga aún más vida, ya que transmiten su buena energía y cariño en cada acción que emprenden con los mayores. Así, tienen previsto acompañar a un grupo durante la semana náutica en el mes de agosto en un viaje en barco y en las diferentes actividades de las fiestas patronales que se celebrarán en septiembre.
Además de estas actividades extraordinarias como las comidas del mes de diciembre y de mayo, las voluntarias acompañan a los mayores en una serie de actividades cotidianas como los paseos, el bingo, la celebración de cumpleaños que se realiza el tercer jueves de cada mes o el taller de canto.
La presidenta de la asociación, Conchi Gómez, destacó la entrega de las voluntarias en todas las actividades y que el centro consiguió ganar el segundo premio de las Cruces de Mayo.