Una escuela deportiva, el sueño para los niños del Monte María Cristina

Las hermanas de María Inmaculada buscan la forma  de sacar adelante este proyecto. Las clases de apoyo escolar de la ludoteca mejoran las notas: hay un 93% de aprobados. La formación para mujeres continuará en octubre con un curso de empleadas de hogar.

El deporte es la mejor forma de trabajar valores y de educar a los niños. Así lo asegura la hermana Mercedes Moraleda, la directora del centro María Inmaculada, que está en el Monte María Cristina. Afirma que en este barrio no hay nada que ayude a los  pequeños y jóvenes a hacer actividades. A lo largo de este año han realizado un taller de fútbol que tuvo un gran éxito entre los chicos del Monte. Además, todos los fines de semana organizan cursos deportivos. Por ello, el objetivo de estas religiosas sería montar una escuela deportiva en el barrio. De momento es sólo un sueño, pero buscarán la forma de hacerlo realidad.
Moraleda explica que están viendo cómo se estructurarían las actividades para emprender ese proyecto. Su objetivo es que los talleres deportivos tengan una continuidad para los niños.
El deporte, apunta, es clave para poder trabajar muchas áreas de la personalidad de los pequeños, desde el compañerismo a la solidaridad, la entrega, el esfuerzo y la igualdad.
En este último punto, señala que cuando comenzaron los campeonatos de hace unos meses se formaron los equipos sin distinción de edades y sexos. Eso ayuda a los pequeños a trabajar niños con niñas y que vean que todos pueden ser igual de buenos en un deporte.
De hecho, los jóvenes del barrio que tienen entre 18 y 20 años se acercaron a ellas para pedirles que también formaran equipos para chicos de su edad. Aunque no se pudo por falta de monitores, será uno de los asuntos pendientes para septiembre.
Pero el trabajo de estas religiosas en el Monte María Cristina va más allá de estos cursos deportivos para niños. Son las encargadas de gestionar una ludoteca, el banco de alimentos para 70 familias, tienen un ropero para donar las ropa a ciudadanos en riesgo de exclusión social, tienen una escuela infantil y ofrecen cursos de formación para mujeres.
Moraleda asegura que el objetivo es tener un centro integral de atención a las personas más necesitadas. Comentó que parte de los niños de la ludoteca tienen a sus madres en talleres de alfabetización porque se intenta dar todos los recursos a las familias.

93% de aprobados
La directora del centro de María Inmaculada afirma que se ha conseguido formar a un grupo de encargados para la ludoteca que hacen que se gestione sola. Recuerda que aunque cuenten con profesionales y voluntarios para sus proyectos, al menos una de las hermanas se encarga de su supervisión.
El resultado de las clases de refuerzo educativo de esta entidad es que hay un 93% de aprobados. Dos años de trabajo con los niños hace que estos tengan mejores notas en los centros educativos.
Además, Moradela explica que los monitores de la ludoteca mantienen conversaciones con los profesores de los colegios de los pequeños para ver de qué forma se les puede ayudar más.
Un secreto de la ludoteca es que no sólo reciben clases de apoyo, sino que hacen actividades, excursión y organizan juegos. Por eso, todos quieren ir a este centro.

Cursos para mujeres
Las madres de muchos de los niños también asisten a esta ludoteca. En horario de mañana se imparten varios cursos.
La religiosa señala que las charlas con los padres para conocer mejor a los niños de la ludoteca facilitan ayudar a las familias en otros aspectos, como con el banco de alimentos o la formación. Incluso han podido detectar casos de violencia machista que han llegado a denunciarse.
Asimismo, en la ludoteca hay ordenadores que se prestan a las familias para que puedan renovar el desempleo o hacer algunos trámites administrativos.
Pero la misión de estas religiosas no tendría sentido sin volcarse en las mujeres. Además de los talleres de alfabetización, organizan cursos de formación para la inserción social en colaboración con la Consejería de Bienestar Social o con la Viceconsejería de la  Mujer.
Este año han acogido un curso de mantenimiento de edificios de enero a junio y hasta julio otro de empleadas de hogar.

Inserción social y laboral
La formación continuará en octubre con otro taller de empleadas de hogar. Las mujeres que participan son usuarias del centro de estas religiosas aunque también proceden de otros barrios porque pertenecen a familias atendidas por el área de Bienestar Social.
Moraleda señala que estos cursos son una manera de que puedan encontrar un trabajo y de se inserten en la sociedad.

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