El denunciante, Félix P. G., acusaba a ese empleado de “amenazas” a través de un grupo de Facebook En el interrogatorio, admitió haber asesorado en determinados temas a Lisbeth Salander, pero no gestionar el perfil.
El sumario de la ‘Operación Montecristo’, al que ha tenido acceso El Faro, afirma que una denuncia a un trabajador del Centro Gámez Morón presentada por Félix P. G. (uno de los principales implicados en el caso Lisbeth Salander) hizo sospechar a la Guardia Civil que este último “pudiera gestionar el perfil de Lisbeth Salander”. Dicho perfil se dedicaba a revelar a través de Facebook y otras redes sociales informaciones secretas sobre miembros del Gobierno local que presuntamente habían sido filtradas por funcionarios judiciales o policiales.
La denuncia aludida fue presentada por Félix P. G. contra E. E. T., personal laboral del Gámez Morón, a quien acusaba de haber proferido “amenazas” a través de las redes sociales.
Miembro de Anonymous
En el transcurso de las diligencias derivadas de esta denuncia, Félix P. G. “manifestaría ser miembro de Anonymous, misma comunidad virtual activista y hacktivista de cariz internacional a la que asegura pertenecer Lisbeth Salander”, señala el informe judicial. Aunque Félix P. G. reconoció “mantener contacto” con Salander para “asesorarle sobre determinados temas”, negó que gestionara dicho perfil.
La investigación de la Guardia Civil no ha podido determinar con exactitud la fecha de creación de la cuenta de Lisbeth Salander, al haber sido eliminadas “muchas de sus publicaciones” en la red social Facebook. Esas entradas se empezaron colgando en el grupo Denuncias Ciudadanas de Melilla y entre las analizadas por la investigación se citan varias de 2012 criticando la gestión del Centro Gámez Morón por parte de María Antonia Garbín, entonces consejera de Bienestar Social.
Respuesta en la red
Según el sumario, cuando Lisbeth Salander “comienza a desagraviar, insultar y proferir mentiras dirigidas hacia los profesionales del centro” donde E. E. T. trabaja, éste “resuelve publicar sus opiniones en defensa de sus compañeros en el mismo grupo donde lo hace el seudónimo”. Poco después, E.E.T. fue expulsado del grupo Denuncias Ciudadanas de Melilla.
De esta forma, E. E. T. decidió crear un nuevo grupo, llamado Denuncias Ciudadanas y sus mentiras, “con la finalidad de continuar desmintiendo las publicaciones que consideraba falsas en relación a su centro de trabajo”, añade el informe judicial.
Más revelaciones
Mientras, en el grupo Denuncias Ciudadanas Melilla seguían revelándose informaciones sobre cuestiones internas del Gámez Morón.
Destaca una del 25 de marzo de 2013 de Francisco C., quien había sido gerente del centro desde comienzos de 2010 hasta febrero de 2012, cuando fue despedido.
Francisco C. denunciaba “públicamente la persecución personal y profesional que tanto yo, como mi actual pareja, Teresa P. V., hemos sufrido por parte de la Consejería de Bienestar Social y Sanidad, con el resultado de haber sido ambos despedidos o cesados en relación a la gestión del Centro Gámez Morón”.
Francisco C. añade que mientras fue gerente del centro fue testigo de “muchas irregularidades”, entre las que mencionó “la petición expresa de la consejera” (Garbín) “del cese de Lourdes Velázquez (hija de Ignacio Velázquez, presidente de PPL) por razones de tipo político exclusivamente”.
En el mismo post subraya que “tras denunciar por escrito irregularidades ante mis superiores por el trato a usuarios y situaciones anómalas en el centro” fue “fulminantemente apartado” de sus funciones. Según afirma en esa entrada, su cese se debió a “evitar que yo pusiera en peligro un contrato de 1.800.000 euros”, aunque no refiere qué contrato es.
Y concluye que “al menos un 75%” de las afirmaciones hechas por Salander “son ciertas”.
Francisco C., su pareja Teresa P. V. y Félix P. G. son considerados los presuntos cabecillas de la trama ‘Salander’.
Cambios en la gerencia del Gámez Morón
El sumario de la ‘Operación Montecristo’ señala que a comienzos de 2010 fue despedido Ramón S. de la gerencia del Centro Gámez Morón, siendo sustituido por Francisco C., uno de los investigados por el caso Lisbeth Salander. Francisco C. permaneció como gerente hasta febrero de 2012, cuando fue despedido.
Las publicaciones de Francisco C. en el grupo Denuncias Ciudadanas de Melilla revelan que era pareja de Teresa P. V., trabajadora del centro que también sería despedida más tarde y que presuntamente informaba a través de un blog de asuntos internos del Gámez Morón.
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