“Una asociación de vecinos debe ser un Ayuntamiento dentro del barrio”

El recién elegido presidente en ‘Minas del Rif’, Agustín García, afronta con mucha ilusión y ganas esta nueva etapa de la entidad en la que ya está trabajando en varios proyectos para después del verano.

Hace poco menos de un mes Agustín García asumió la presidencia de la Asociación de Vecinos ‘Minas del Rif’ con el objetivo de revitalizar la entidad y darle vida. Un proyecto que asume con mucha ilusión y que en estas páginas comparte con ‘El Faro’ todos sus proyectos y objetivos a emprender con su Junta Directiva.

–¿Cómo surgió la propuesta para ser presidente de esta asociación vecinal?

–Resulta que Ramón Rubí, que ya nos conocemos de hace mucho tiempo cuando fundamos la Asociación de Vecinos ‘Convivencia’, me llamó y me dijo que me viniera. Me presentó a la Junta Directiva que es maravillosa, son unos hombres estupendos y dije que sí y ya estamos trabajando en los proyectos que vamos a presentar a la Ciudad Autónoma. Una colaboración que es de agradecer a la Viceconsejería de Relaciones Vecinales, la Comisión de Festejos y a Cucho (Francisco Villena) que nos ayudan mucho.

–¿Cuáles son los proyectos y actividades que emprenderéis en esta nueva etapa?

–Después de la Feria de Melilla queremos celebrar el Día del Socio, el 4 de diciembre es Santa Bárbara que es la patrona de la asociación y también tenemos pensado hacer cursos de informática, curso de costura para las mujeres y hacer actividades relacionadas con la cultura como, por ejemplo, recitales poéticos. El objetivo que queremos es que la asociación sea un Ayuntamiento dentro del barrio, recoger todas las quejas y llevarlas a la Ciudad Autónoma donde siempre me han atendido muy bien.

–¿En qué situación está el barrio actualmente? ¿Hay muchos problemas que solucionar?

–Antes había mucha delincuencia pero ha bajado mucho casi no queda nada. Había un problema con los ascensores que ya los están arreglando, también se están limpiando las arquetas que ahora es el momento de hacerlo porque en invierno no se puede. Hay niños de diez y once años que pintan las fachadas pero ya están limpiando y pintando para quitarlas.

–¿Con cuántos socios cuenta actualmente la asociación?

–Ahora tenemos entre 110 y 115 socios y nos llevamos todos muy bien. En la sede juegan al dominó y a las cartas pero ya les digo que hay que hacer otras actividades y están por la labor de colaborar y participar en los cursos que queremos hacer y esperamos que la Ciudad Autónoma aporte un poco económicamente.

–¿Cuál es el espíritu de la asociación en esta nueva etapa?

–La de realizar actividades en la sede y la de colaborar en todo lo que se nos pida desde la Ciudad Autónoma.

–¿Y cómo es la relación con el resto de las entidades vecinales?

–Pues es muy buena, todos colaboramos con todos. Está la asociación La Amistad y la de los pescadores y la de Hipódromo. Nos llevamos muy bien y nos ayudamos en lo que haga falta. Es lo mejor que hay llevarse bien. También nos llevamos muy bien con el presidente de la Federación FEAVEME, José Luis Suárez.

–¿Ya se han presentado la nueva Junta Directiva a la FEAVEME?

–Aún no pero lo vamos a hacer porque ellos nos dirán ya en lo que tenemos que participar y colaborar como, por ejemplo, en las actividades de la Feria de Melilla.

–¿Personalmente cómo afronta esta etapa después de su experiencia en el movimiento vecinal de Melilla?

–Pues muy bien, con mucha responsabilidad porque ahora son dos años los que me esperan en la Asociación y estoy muy contento porque tengo una Junta Directiva muy buena y me animó mucho. Me los presentaron y como ya los conocía dije que seguíamos adelante con ellos.

–¿También prestarán atención a los pequeños del barrio?

–Siempre. Recientemente hemos formado un equipo de fútbol y buscaremos la manera de afianzarlo para participar en torneos y que jueguen y estén entretenidos.

–¿Y su familia cómo ha acogido esta noticia?

–Tengo una mujer que me da muchas facilidades y me anima mucho. Se llama Gumersinda pero todos le llamamos ‘Sinda’ y es el mejor fichaje de mi vida.