Pro Derechos Humanos afirma que 198 inmigrantes fallecieron en el Estrecho. Al menos 198 inmigrantes murieron en 2011 en su intento de alcanzar las costas de Andalucía, Melilla y Ceuta desde África de manera clandestina, según denunció ayer la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía en su informe ‘Frontera Sur’.
De los 198, el 40% encontraron la muerte cerca de las costas andaluzas, el 34 % cerca del litoral de Argelia y el 17%, unos 33 inmigrantes, en las proximidades de Melilla y Ceuta.
El portavoz de la asociación, Rafael Lara, su convencimiento de que el número de inmigrantes muertos en esas circunstancias es mucho mayor y que esa cifra se refiere solo a los fallecimientos constatados.
Lara citó datos del Ministerio del Interior referidos a toda España, según los cuales los inmigrantes interceptados el año pasado fueron 8.788, lo cual supone un incremento del 70% con respecto a los del 2010.
A estas cifras, sumó las algo más de 2.300 personas interceptadas en Argelia y Marruecos de las que se ha tenido conocimiento, los muertos en el intento de los que no se ha tenido noticia y los que lograron pasar con vida, que la asociación calcula que son el 25% de los que son interceptados.
Por provincias, Granada es a la que llegaron más inmigrantes de manera irregular, con 1.736 interceptados, seguida por Almería, Cádiz y Málaga.
Según el portavoz de Pro Derechos Humanos, la principal ruta de acceso ha dejado de ser Canarias para situarse en el Estrecho de Gibraltar e Italia. Además, detalló que la inmigración subsahariana, a diferencia de lo que ha sucedido con la latinoamericana por efectos de la crisis económica, no ha disminuido.
En el caso de Andalucía el 62 % de los interceptados fueron personas de origen subsahariano, el 18% marroquíes y el 17% argelinos, una nacionalidad cuyos inmigrantes siguen creciendo año tras año, según la asociación.
Mujeres y niños
De todos ellos, el 5,3% son mujeres, en su práctica totalidad subsaharianas, y el 7% menores. Entre ellos, Lara hizo una distinción, pues los de origen subsaharianos suelen ser bebés y los magrebíes adolescentes con “proyecto migratorio propio”.
Por su parte, Natalia García, miembro de la asociación, acusó a Marruecos de rechazar en sus fronteras, impelido por presiones de la UE, a embarazadas, menores y refugiados, “contraviniendo todos los convenios internacionales”
También criticó al país vecino y a Argelia por someter “a un ping-pong” a numerosos subsaharianos en la frontera entre ambos países, rechazándolos en uno y otro sentido. Como muestra de la “situación dramática” que los subsaharianos padecen en Marruecos, aseguró que, sólo en Tánger, el 10% de ellos duermen en la calle.