“Un señor de Segovia o de Turín no concibe la realidad singular de Melilla”

Maite Pagazaurtundúa, eurodiputada de UPyD, visitó ayer Melilla para ver la realidad de la ciudad de cerca l La representante magenta apostó por la “corresponsabilidad” a la hora de afrontar la inmigración.

Maite Pagazaurtundúa, eurodiputada de Unión Progreso y Democracia (UPyD), visitó ayer Melilla para conocer de cerca la realidad de la valla, la frontera y el CETI, haciendo especial hincapié en conocer la labor de los Cuerpos de Seguridad que cumplen sus funciones en la frontera, ya que se reunió con representantes de otras asociaciones de miembros de la Benemérita.
–¿Qué le parece la nueva Ley de Extranjería que acepta los 'rechazos en frontera'?
–Estamos absolutamente en contra, porque además pensamos que eso finalmente va a ser desbaratado, porque atenta contra reglamentación en derechos fundamentales. Va a terminar siendo nulo de pleno derecho.
–¿Cómo ven desde el Parlamento Europeo esta medida?
–Se ve con muchísima preocupación. El grupo Liberal y Demócrata, donde estamos trabajando, está absolutamente en contra, porque entendemos que la política de inmigración tiene que ser enfocada en clave europea, que es una responsabilidad no sólo de las fronteras nacionales, y somos exigentes con el Consejo Europeo. Nosotros pedimos una política europea en inmigración económica para satisfacer las necesidad de los trabajadores y atajar los desafíos demográficos. Hay que verlo de otra manera, a largo plazo.
Es necesario estudiar el asunto de las tarjetas azules, para ayudar a que la gente pueda llegar con papeles, que es una manera más de hacer frente a las mafias que se están aprovechando de la pobre gente que quiere salir de países donde la presión demográfica es brutal, porque tienen un 40% ó 45% de gente entre 15 y 22 años. Hace falta muchísima más corresponsabilidad europea, porque lo que no puede ser es que Melilla se enfrente a problemas de la globalización y a problemas que son transfronterizos, y que todo el mundo mire hacia otro lado.
–Si los rechazos en frontera van en contra de los derechos fundamentales, ¿qué puede hacer la Unión Europea para echar atrás esta medida?
– En el Tratado de la UE, cuando los estados vulneran los derechos fundamentales hay maneras políticas e incluso hay maneras de intentar cambiar los reglamentos para que sea de aplicación el repudio a ciertas prácticas que atentan a los derechos fundamentales. De hecho ahora en el Parlamento Europeo se está revisando todo lo que pueda llevar al cambio de los tratados para que se pueda exigir más a los países cuando, en derechos fundamentales, realizan prácticas que no son aceptables. Esa discusión está ahora en el corazón de las instituciones europeas. No se va a aplicar inmediatamente, pero va a llegar a aplicarse. Tardará más o menos, pero va a llegar a ser sancionable y va a llegar a ser muy cuestionable políticamente.
–¿Apuesta por la ayuda al desarrollo como forma de paliar el alto índice migratorio?
– Es importante que la ayuda al desarrollo no termine en corrupción, que lo que genera es más pobreza y menos libertad en esos países. A veces porque generan esa debilidad estructural que hace que esté entrando el fanatismo globalizado, el fanatismo salafista, y otras veces porque los propios estados devienen en tremendamente corruptos y también fallidos, lo que genera otro tipo de espantada por parte de los jóvenes, que no tienen oportunidades en ellos. La ayuda al desarrollo bien gestionada puede llevar a la estabilización, tanto socioeconómica, como de los poderes institucionales, como para hacer frente a la amenaza del yihadismo, que a veces en Estados tan corruptos a la gente le da igual con quién ir. Si la gente pudiera vivir dignamente en buena parte de ellos no querrían irse.
Además, está la cuestión de la corresponsabilidad, porque una vez llegados a las fronteras nos encontramos que al que le ha tocado, ya sea España, Italia o Ceuta y Melilla, allá se las arreglen. Tenemos que ser corresponsables, como europeos. No puede ser que se venga a mirar si los derechos fundamentales se guardan bien y no se den los recursos para que esos derechos se puedan canalizar adecuadamente. Si hacen falta recursos tendremos que ponerlos, si esto son unas fronteras que no son sólo españolas, tendremos que asumirlo. Todo el mundo se tiene que rascar el bolsillo.
–¿Qué se puede hacer ante esto?
– El Consejo Europeo tiene que asumir que aquí hay que poner recursos y personas para asumir decentemente todo lo que está llegando. Porque la dignidad de los seres humanos es tanto de los que llegan como de los funcionarios que tiene que atenderles. En los próximos años no es algo que vaya a reducirse, está en aumento y por eso es algo que tenemos que afrontar. Desde otros lugares de Europa es muy fácil pensar en abstracto, por eso animo a otros parlamentarios a venir a Melilla. Un señor de Segovia o un señor de Turín no concibe lo que es la realidad de Melilla, que es singular y que aborda problemas que son un microcosmos.
–¿Considera a España especialmente vulnerable ante el terrorismo yihadista?
– Toda Europa es susceptible de fanatización radical peligrosa, porque ya no se hace solo bis a bis, sino que se hace a través de las redes. La amenaza que estamos teniendo ahora no tiene la misma cara que tenía el terrorismo del siglo XX. La manera de abordarlo tiene que ser muy específica. Una de las cosas que tiene que quedar clara es que en la política de Seguridad y de persecución del delito es muy importante  y, afortunadamente, en España tenemos unos Cuerpos de Seguridad y unos servicios de inteligencia extraordinarios, muy preparados para este tipo de delitos, porque aprendimos mucho del terrorismo regional, desgraciadamente.
Además, una de las cosas que aprendimos en el País Vasco es que sólo con la política de seguridad se solventa el terrorismo, porque hay chavales que descubren que mediante la brutalidad tienen sensación de dominio. Esto da sentido a vidas que muchas veces tienen unos valores muy débiles. El terrorismo no se para sólo mediante la persecución del delito, hay que dar una especie de valores y narración alternativa para que los chavales no vean a un ser humano como objeto que puede ser eliminado. No se trata sólo de actuar en la educación, sino que las propias comunidades islámicas tienen que generar líderes fuertes que hablen a los jóvenes de otra manera, eso lo hemos aprendido en el País Vasco.

Visita al CETI y reunión con miembros de AEGC

La eurodiputada de la formación magenta, que forma parte del grupo parlamentario Liberal en la Eurocámara, tuvo ayer una maratoniana jornada, que comenzó con una visita a la frontera de Beni-Enzar, acompañada por el delegado en Melilla de la Asociación Española de Guardias Civiles. Asimismo, se reunió con la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), de los que quiso conocer de primera mano su situación ejerciendo su labor en las fronteras.
Tras las reuniones, la que también fuera presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo visitó el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), del que aseguró que, para paliar la situación actual de saturación, es necesario apostar por la cooperación europea para que Melilla no tenga que enfrentarse en solitario a problemas derivados de la globalización y que afectan a las fronteras de toda la Unión Europea.