Un agente de la Policía Nacional destinado en el Grupo de Asilo del Puesto Fronterizo de Beni Enzar en Melilla auxilió ayer a una mujer de 52 años, de origen sirio, que sufrió un ataque epiléptico. El agente evitó que ésta cayera por unas escaleras.
Los hechos se produjeron el pasado día 9, cuando un grupo de personas de origen sirio, que se encontraban en una sala de espera habilitada para los peticionarios de asilo, comenzó a gritar pidiendo auxilio, según una nota de Policía Nacional.
Inmediatamente, un agente destinado en este servicio salió de la oficina en que se encontraba y observó que una mujer estaba a punto de caer por unas escaleras.
Cuando la mujer, que no era consciente de sus actos y sufría fuertes convulsiones y arrojaba abundante secreción por la boca, se acercaba peligrosamente a las escaleras, el policía dio un salto y, corriendo él mismo grave riesgo, se interpuso entre ella y el borde de la escalera, evitando que la mujer se cayera.
Acto seguido, el agente consiguió controlar a la víctima, que seguía sufriendo convulsiones, colocándola en posición de seguridad para evitar la aspiración de sus propias secreciones y que se golpease la cabeza contra el suelo.
Otra agente adscrita al Grupo de Asilo llamó a una ambulancia mientras una intérprete de árabe prestaba auxilio al agente, tranquilizando a la mujer en árabe.
Pasados unos minutos, la refugiada siria que sufrió el ataque epiléptico fue recuperando la consciencia y se dio cuenta de lo sucedido, tras lo que explicó a la intérprete que sufría de epilepsia y agradeció al agente su ayuda.
Cuando el personal sanitario del 061 llegó a la frontera de Beni Enzar confirmó que la mujer estaba prácticamente recuperada y felicitó al agente por su buena intervención y por sus conocimientos de primeros auxilios.