El progenitor, marroquí, estaba alterado por los problemas que atravesaba con su pareja. Un policía nacional de paisano salvó la vida de una joven de dos años a la que su padre estaba amenazando con un cuchillo de cocina. Testigos presenciales y fuentes policiales detallaron a El Faro que los hechos ocurrieron el pasado jueves en torno a las 23:00, en la céntrica calle General O’Donell.
Unos gritos en tamazight alertaron a los vecinos y clientes de los locales de hostelería de la zona, que salieron a la calle a comprobar qué ocurría. En plena vía pública, un hombre, “de unos 35 años de edad”, según los testigos, avanzaba por la carretera vociferando, con un cuchillo de cocina de grandes dimensiones en la mano derecha y su hija, una niña de dos años de edad, agarrada con la izquierda.
Uno de los vecinos que presenció la escena afirmó a El Faro que el individuo es de nacionalidad marroquí y no reside en la ciudad autónoma. Asimismo, informó de que gritaba “frases incongruentes” sobre la mala situación que atravesaba con su pareja sentimental “y amenazando con matar a su hija”.
“La niña parecía muy asustada y desorientada. La llevaba agarrada de la mano y la hacía avanzar a trompicones. Mientras, su padre no dejaba de chillar y de asegurar que quería matarla”, detallaron testigos de lo ocurrido a este periódico. Los gritos del individuo fueron alertando cada vez más a los melillenses que había en la zona, hasta que varias decenas de ciudadanos se agolparon a ambos lados de la calle.
Uno de ellos, un agente de Policía Nacional que se encontraba fuera de servicio, intentó hablar con el individuo en cuestión para calmarle y convencerle de que soltara a la niña. Los testigos consultados por este periódico señalaron que ambos no pudieron entenderse, ya que el hombre del cuchillo sólo hablaba tamazight. Asimismo, señalaron que su nerviosismo iba a más y que actuó de forma agresiva cuando el policía trató de dialogar con él.
El agente fue aproximándose lentamente al individuo y, en un momento de descuido, se abalanzó sobre él, agarrándole rápidamente la mano derecha, en la que llevaba el cuchillo, para que no pudiera atacar a nadie. La niña quedó inmediatamente liberada y su padre fue inmovilizado por el policía.
Acto seguido, se procedió a avisar a la Policía Nacional para que se llevara al agresor. Fuentes de la Jefatura Superior confirmaron ayer a este periódico el suceso, aunque no detallaron si el detenido ha pasado a disposición judicial, así como en qué situación se encuentra su hija. Los testigos presenciales que narraron los hechos a este periódico felicitaron al agente de paisano “por su valiente intervención y la sangre fría” que demostró para reducir al individuo en cuestión.
Asimismo, indicaron que todo concluyó sin que hubiera que lamentar heridos de ningún tipo y que la niña de dos años “no tenía ni un rasguño”, aunque presentaba signos de nerviosismo y se encontraba “algo desorientada” por lo ocurrido.